La empresa Desokupa ha protagonizado en Ibiza un desalojo que ha sido considerado de «surrealista» por su propio fundador, Daniel Esteve. La actuación se ha producido en una vivienda en Sant Antoni, donde una estafadora hace negocio con los alquileres de habitaciones de un inmueble okupado por ella misma. Esta mujer ha dejado de pagar el alquiler y la propietaria presentó una denuncia ante la Guardia Civil. Sin embargo, tuvo que recurrir a Desokupa para poder recuperar la propiedad.

Situaciones surrealistas.
La okupación es un fenómeno que demuestra los fracasos de una sociedad y de su sistema legal para proteger uno de los aspectos más sagrados del Estado de Derecho: la propiedad privada. Sin embargo, desde hace tiempo ha habido formaciones políticas que han alentado este tipo de actuaciones y los propietarios se ven impotentes para proteger sus inmuebles. Se han conocido casos realmente sangrantes como el de un matrimonio que al llegar de sus vacaciones se encontraron la vivienda okupada. En otros casos los okupantes han exigido dinero para abandonar la propiedad y los dueños de viviendas se ven obligados a seguir pagando el suministro eléctrico para no cometer un delito.

Último recurso.
Desokupa es el último recurso que tienen los propietarios para recuperar sus inmuebles. No es la solución más estética, pero hasta que no haya leyes contundentes contra los okupas no quedará otra solución que recurrir a empresas como las que dirige Daniel Esteve, que aprovecha un vacío legal para poder solucionar los problemas de aquellas personas desesperadas cuando les arrebatan sus propiedades. Sorprende que no se promueva de urgencia una ley para acabar con la okupación, un problema mucho más urgente que amnistiar a independentistas o rebajar la malversación para beneficiar a determinados políticos. Es un clamor que hay que actuar contra los okupantes de viviendas, sea como sea, sin matices ni excusas. El problema de la vivienda no tienen que pagarlo aquellos propietarios que puedan tener un inmueble vacío o aquellos que se van de vacaciones durante unos días. Con una ley ágil contra estos delincuentes no haría falta ninguna actuación surrealista por parte de Desokupa.