La Policía Nacional y la Guardia Civil han detectado un aumento inquietante del número de ciberestafas que afectan a ciudadanos de Balears. El sábado publicamos que el conocido como ‘timo del jefe', que consiste en que los delincuentes suplantan la identidad del responsable de una empresa y contactan con un empleado novato, al que le instan a comprar tarjetas prepago, está en pleno auge y, desgraciadamente, no se trata del único método de fraude en internet. Ayer mismo, el Ajuntament de Calvià informó de que había sido objeto de un ciberataque que comprometía datos sensibles de miles de ciudadanos. Y quién no ha recibido algún email o mensaje cuya intención es engañarlo y sacar un beneficio económico. Muchos usuarios recelan justificadamente, pero otros que carecen de tanta información o simplemente son personas de edad sin conocimientos informáticos caen en las redes de estos desalmados.

Faltan medios

La realidad es que el ‘boom' de internet es tal que los equipos de delitos tecnológicos de la Policía y de la Guardia Civil no pueden hacer frente en condiciones a esta oleada, por lo que el Gobierno Central debería reforzar estas plantillas y, además, dotarlas de los dispositivos adecuados para perseguir a los ciberdelincuentes, que suelen ser esquivos y cuyo rastro es muy complejo de localizar. Estas mafias llegan a suplantar teléfonos auténticos de bancos, por lo que algunos usuarios pueden ser víctimas fáciles ya que piensan que están hablando con su sucursal. Todas las precauciones son pocas.

Nunca facilitar información

Los responsables policiales y bancarios recuerdan que nunca hay que facilitar claves de internet ni números secretos a través de correos electrónicos ni, tan siquiera, cuando llama por teléfono un supuesto empleado de una sucursal. Siempre que alguien nos solicite información sensible de nuestras cuentas hay motivo para sospechar de sus intenciones y actuar con cautela.