La asamblea anual de la Federación Hotelera de las Pitiusas (Fehif) giró en torno a tres pilares fundamentales para un sector que ahora se mostró combativo frente al «intervencionismo». Estos pilares fueron la proliferación del alquiler turístico ilegal en Ibiza, las modificaciones de la ley balear de turismo y la supresión del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), popularmente conocido como ecotasa. Los hoteleros reclaman que se dé tiempo en la implantación de camas elevables para las empresas que hayan reformado recientemente sus establecimientos y también se ha solicitado modificar la ley para seguir renovando la planta hotelera.

Más libertad.
Los hoteleros de Ibiza aprovecharon su asamblea para pedir más libertad. Critican la política intervencionista que hubo con el anterior Govern presidido por Armengol y reclaman al gabinete de Marga Prohens que sea más flexible, que dé más facilidades para implantar medidas como las camas elevables, que tienen un alto coste para los empresarios. Tampoco quieren que el plan de circularidad sea obligatorio para ellos.

Nueva etapa.
Con estas reivindicaciones los hoteleros han dado por iniciada una nueva etapa. Escuchando el mensaje de Marga Prohens en la asamblea de la CAEB sobre la necesidad de no criminalizar a los empresarios, los hoteleros intentan ahora aprovechar el cambio de gobierno y reivindicar una mayor flexibilidad a la hora de aplicar la ley. Estas reivindicaciones contrastan con una larga etapa en la que la actuación de los hoteleros ha estado marcada por la sumisión y el silencio. Apenas se atrevían a criticar a Armengol y a Negueruela, pero evidentemente vivían instalados en el temor ante las posibles consecuencias de no acatar todas las imposiciones que se trasladaban desde el Govern disfrazadas de consenso. Bienvenidos a esta etapa de libertad, pero hubiese sido más saludable reivindicar sus propuestas en los últimos años.