El nuevo gobierno municipal de Vila ha descubierto que el centro de sa Pedrera se ha utilizado desde 2019 como almacén de construcción de dos empresas. Este centro artesanal se inauguró en julio de 2015 cuando el entonces alcalde Rafa Ruiz acababa de llegar al poder. Dicho centro, que fue promovido por la exconcejala popular Lina Sansano, debía, según palabras de Ruiz, «dinamizar el barrio de sa Penya». Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente y en sa Pedrera no puede verse ni un solo artesano y sí mucho material de construcción

Opacidad

Con la misma publicidad y autobombo con la cual el centro de sa Pedrera se abrió a los artesanos los ciudadanos de Vila tenían derecho a conocer que el gobierno dirigido por Rafa Ruiz había decidido darle otro uso. Y lo peor es que se beneficiaba a dos empresas constructoras, que con este regalo municipal se han ahorrado mucho dinero durante cuatro años. Al menos hubiese sido adecuado, y hasta legal, que las constructoras pagasen un alquiler por usar unas instalaciones municipales, pero no ha sido así. Todo el proceso ha estado marcado por la falta de transparencia, que por otro lado ha sido la hoja de ruta habitual de los ocho años de gestión de Ruiz y su equipo.

Saber la verdad

Los ciudadanos de Vila tienen derecho a conocer la letra pequeña del acuerdo entre el gobierno municipal y las dos constructoras que han ocupado sa Pedrera. Si no han pagado ni un euro por usar el centro como almacén, ¿habrá alguna compensación a la ciudad? ¿Firmaron algún documento de cesión de estas dependencias municipales? La realidad es que el gobierno actual no ha conseguido aclarar demasiados detalles sobre esta extraña operación en contra de la gestión cultural y a favor de los intereses privados. Sorprende que Ruiz, que perseguía a otras constructoras en la ciudad, era tan generoso con otras empresas del sector. Los ciudadanos merecen una explicación.