Sensibilidad política.
Hay que destacar de forma muy positiva la sensibilidad política que muestra Mariano Juan al criticar la lentitud de la administración, sobre todo la municipal, a la hora de conceder licencias urbanísticas. Explica Mariano Juan que esta demora supone en muchas ocasiones frustrar sueños de vida y familiares. No todo el mundo puede perder dos o tres años en iniciar la construcción de la casa de su vida, pero la lentitud de la administración no entiende de proyectos personales. Por el contrario, los trámites se eternizan y, como señala el vicepresidente del Consell, se duplican o triplican sin ningún sentido. También parece absurdo mantener la cédula de habitabilidad desde el momento en que los ayuntamientos conceden un certificado final de obra.
Simplificación administrativa.
Estas demoras innecesarias, estos trámites duplicados y que indignan a los ciudadanos, pueden acabarse con el Reglamento de Simplificación Administrativa, que está pendiente de un informe del Consell Consultiu. La norma pretende eliminar trámites que, como dice Mariano Juan, son absurdos e inútiles. Este Reglamento tiene que servir para poner sentido común a una eterna tramitación, que además supone, en muchas ocasiones, un lastre para la reactivación de la economía. Aunque las administraciones tienen que tutelar la legislación vigente, también deben ser ágiles porque de lo contrario resultan inútiles para los contribuyentes. Que se tarden años en conseguir una licencia de obra es una aberración que debe solventarse con urgencia. Ese es el camino
