Más de 200 personas se manifestaron ayer en Formentera para reclamar la construcción de un nuevo colegio en Sant Ferran, un centro educativo del que llevan hablándose muchas legislaturas pero que no acaba de arrancar. La falta de espacio en el actual centro educativo se ha ido solventando gracias a la instalación de aulas prefabricadas pero los padres y madres de los alumnos aseguran que la situación es insostenible y reclaman a la Conselleria de Educació una solución.
Demasiados retrasos
La isla de Formentera viene reclamando el nuevo centro educativo desde hace más de una década y ninguna administración ha podido, o querido, desatascar el proyecto. La crisis económica y presupuestaria fue la excusa esgrimida por el Partido Popular en la legislatura anterior para no llevar a cabo el proyecto.
En la actual, el Govern tampoco será capaz de poner la primera piedra de las obras de un proyecto al que ya se le ha dado el visto bueno y que, además del nuevo colegio, contará con una escoleta cuya construcción financiará el Consell de Formentera. En total, una inversión que rozará los 7 millones de euros pero que todavía se desconoce cuándo podrán empezar las obras.
Legislatura muy pobre
El conseller de Educació, Martí March, pasará a la historia por no haber sido capaz de levantar ningún nuevo centro educativo en las Pitiusas en sus cuatro años de legislatura. Además, y a diferencia de lo que ocurre en Mallorca, los ayuntamientos ibicencos son los que tienen que adelantar el dinero para que las obras empiecen, como ocurrirá con el CEIP Ses Planes, en Cala de Bou.
Por no hablar de las reformas en el Conservatorio de Música y Danza de Ibiza y Formentera, cuya licitación ha quedado desierta por tercera vez porque la oferta económica de la Conselleria no es lo suficientemente atractiva para ninguna empresa. En definitiva, un balance totalmente negativo el del conseller Marc en las Pitiusas. Eso sí, las camisetas verdes siguen olvidadas en los armarios.