La confesión del expresident del Govern, Jaume Matas, actualmente en prisión, sobre la financiación del PP balear de manera irregular a través de Over Marketing, debe entenderse como un esfuerzo para llegar a un acuerdo con Fiscalía para aceptar dos años y medio de cárcel que sustituirá por una multa de 18.000 euros, pero también como una profunda autocrítica de unos años en los que parecía que todo estaba permitido y que existía impunidad para prácticas ilegítimas en torno a la acción política. El actual PP balear está obligado a superar aquella época oscura y a mirar hacia adelante realizando examen de conciencia.

Legado de Madrid.
La llegada de Over Marketing a Mallorca es consecuencia del irresponsable estilo de financiación que exhibía en aquellos años (legislatura autonómica 2003-2007) la cúpula del PP nacional en la calle Génova de Madrid. Aquellas ‘atenciones' que tenían los máximos responsables del PP balear hacia Daniel Mercado, máximo responsable de Over, apuntan a un intento de tener contenta a la cúpula madrileña permitiendo que llegasen al archipiélago prácticas de financiación propias de una república bananera. El escándalo Gürtel, tan próximo al ‘caso Over', constituye la más clara evidencia del grado de inconsciencia con el que se llegó a operar dentro del PP para desviar dinero al partido.

Una guerra sin cuartel.
Los escándalos Gürtel y Over sólo son concebibles desde la guerra sin cuartel que mantenían el PP y el PSOE desde los tiempos de Filesa, en que el PP de Aznar hizo todo lo posible para echar a Felipe González de Moncloa en los años noventa. Aznar logró su objetivo, pero la matanza del 11-M cambió las tornas. Zapatero y Rubalcaba recuperaron Moncloa. En este contexto estalló, entre otros, el ‘caso Over' y llegó poco a poco la imputación y proceso de Matas y Rodríguez. Pero con o sin guerra política y judicial de por medio, lo incuestionable es que el PP se financió de forma vergonzosamente irregular.