El presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, anunció ayer que en la reunión del Consejo Europeo que tendrá lugar en Bruselas se aprobará un documento de apoyo al Gobierno español frente al proceso secesionista de Catalunya. El dirigente galo ha manifestado en reiteradas ocasiones su determinación a no reconocer la creación de un eventual Estado catalán, tesis que comparte la canciller alemana, Angela Merkel, y los primeros ministros de Holanda y Eslovenia. Theresa May, la premier británica, también ha expresado su rechazo al proceso soberanista que impulsa el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Europa, y en especial la Unión Europea, no está dispuesta a aceptar un nuevo estado nacido al margen del ordenamiento jurídico y constitucional español.

Golpe al independentismo. La postura de los principales mandatarios europeos –a la que también se ha sumado el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y Antonio Tajeni, presidente del Parlamento Europeo– supone un severo revés a las aspiraciones independentistas de Catalunya. Las cargas policiales de la Guardia Civil y la Policía Nacional para desbaratar el referéndum ilegal del 1-O llevaron el conflicto catalán a las primeras páginas de la prensa internacional, generando una ola de apoyo social y mediático por la causa soberanista que el Gobierno no acierta a neutralizar. De momento, Madrid cuenta con el apoyo de sus socios y aliados europeos, pero es una incógnita saber hasta cuándo se mantendrá si crece la presión de la opinión pública que se alinea con el secesionismo.

Artículo 155 en marcha. Este sábado el Gobierno pondrá en marcha la aplicación del artículo 155 para intervenir la autonomía de Catalunya –la respuesta prevista a la respuesta amenazante de ayer remitida por Puigdemont–, una operación que sigue el guión pactado con PSOE y C's y sobre la que sólo planea la incógnita respecto a la intensidad y profundidad de esta intervención.