Imagen de recurso de estudiantes. | Universidad de Navarra

La vuelta a las clases puede hacerse pesada en la mayoría de los casos, sobre todo si se ha disfrutado de unas buenas vacaciones. Volver a la rutina nunca es fácil y ahora los alumnos, después de varios meses sin estudiar, se enfrentan a grandes cambios de hábito y dedicar horas al nuevo curso.

Aunque se puede hacer complicado memorizar hay algunas técnicas que sirven a los estudiantes para retener la información. Aprender un texto largo no es lo mismo que algunas ideas, por lo que las reglas memotécnicas facilitan el proceso. Además, es importante establecer una dinámica para que el estudio no sea en vano, como el horario de repaso, que puede ayudar a recordar los nuevos temas que tienen que aprender.

Una de estas técnicas es la 10-10-2, un sistema muy sencillo que pueden usar hasta los más pequeños. La universidad de Waterloo lo avala como la repetición de conceptos, que puede ayudar a almacenar en la memoria a largo plazo.

La técnica motiva a los estudiantes a repasar en tres sencillos pasos. Primero de todo, hay que leer la información que deseamos memorizar y releerlo otras nueve veces. En segundo lugar, hacerlo en voz alta 10 veces. Por último, una vez terminadas estas vueltas, hay que escribir dos veces todo lo que recordemos sin mirar la información original.

«Apodado el 'efecto de producción', el estudio determinó que es la acción dual de hablar y escucharse a uno mismo lo que tiene el impacto más beneficioso en la memoria», señaló Colin M. MacLeod, profesor y presidente del Departamento de Psicología de la Universidad de Waterloo, según informa El Confidencial. «Este estudio confirma que el aprendizaje y la memoria se benefician de la participación activa», añadió Noah Forrin, coautor del estudio que fue publicado en la revista científica 'Science Daily', según el mismo medio de comunicación.