¿Por qué en la nevera? La respuesta es simple: su temperatura. El papel film, compuesto principalmente de polietileno de baja densidad, tiene una estructura molecular que, al enfriarse, reduce su capacidad de adherirse tan fácilmente a sí mismo. Al mantenerlo en la nevera, se vuelve más manejable y menos propenso a formar esos molestos enredos que dificultan su uso. Por supuesto, esto no significa que pierda su capacidad adhesiva. Una vez que se extiende sobre un recipiente o alimento a temperatura ambiente, recupera su pegajosidad habitual, permitiendo que cumpla su función principal: sellar y proteger.
Pasos a seguir
Coloca el rollo en un sitio de la nevera donde no interfiera con otros productos y permita su fácil acceso. Si acabas de comprar un nuevo rollo y deseas probar este método, es aconsejable dejarlo en el frigorífico al menos durante unas horas antes de su primer uso. Aunque se conserve en frío, es importante usarlo a temperatura ambiente para asegurar su correcta adhesión. La cocina está llena de trucos y consejos que facilitan la vida, y este, sin duda, es uno de esos que parece simple pero puede hacer una gran diferencia.
Guardar el papel film en la nevera es una práctica sencilla que está ganando adeptos rápidamente gracias a sus evidentes beneficios. Si aún no lo has probado, ¿a qué esperas para unirte a esta revolución culinaria? Al reducir los enredos y adherencias no deseadas, se minimiza la cantidad de papel que termina en la basura debido a errores de manejo. Esto no solo significa un ahorro económico, sino también una contribución al medio ambiente al reducir residuos. También al ser más manejable, es más rápido cubrir alimentos o platos, lo que agiliza el proceso de almacenamiento y conservación en la cocina.
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