Un hombre japonés cocinando. | abdulla binmassam from Pixabay

Los mayores de Japón cada vez están más dispuestos a ir a la cárcel, sobre todo los mayores de 65 años. El motivo no es nada más y nada menos que la situación de precariedad, ya que muchos pueden conseguir de esta forma hacer las tres comidas diarias, tener cuidados médicos y, sobre todo, no sentirse en soledad en un país que cada vez se envejece más y hay menos natalidad.

«Algunos estarían dispuestos a pagar unos 20.000 yenes (124 euros) al mes si pudieran vivir aquí para siempre», afirma la CNN Takayoshi Shiranaga. Y es que, según detalla ABC, si se roba algo en este país aunque tenga poco valor se castiga duramente.

Akiyo, una mujer de 81 años, está recluida en Tochigi y cuenta que su situación se debe a que no le daba para pagar las necesidades básicas con su pensión y, además, su hijo le dijo que se fuera de casa, por lo que no vio otra salida.

Por otra parte, el trabajo escasea para las personas mayores, por lo que los ingresos son inferiores a los gastos. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico apunta que «aproximadamente uno de cada cinco ciudadanos japoneses mayores de 65 años vivía en la pobreza, frente a una media del 14,2% en la OCDE. Eso fue antes de que la inflación se apoderara de Japón por primera vez en más de una generación».