Anne, una mujer francesa, ha sido víctima de una estafa del amor en la que los timadores se hicieron pasar por Brad Pitt. Le enviaron imágenes manipuladas por inteligencia artificial, alegando que el actor necesitaba dinero para un tratamiento de cáncer de riñón. Anne, que atravesaba un difícil divorcio, llegó a transferir 830.000 euros antes de descubrir el engaño.

El fraude no solo ha devastado su economía, sino que también ha afectado su salud emocional. Tras el descubrimiento, la mujer intentó suicidarse en tres ocasiones. Además, la burla y el escarnio en las redes sociales han agravado su sufrimiento.

Patricia Sánchez Gómez, psicóloga experta en fraudes emocionales, explica que los estafadores son expertos en manipulación emocional. La historia de Anne resalta la necesidad de mayor conciencia sobre los peligros de las estafas cibernéticas y el daño psicológico que causan, así como la importancia de ofrecer apoyo a las víctimas.