En noviembre del año pasado, en 2022, Sarah Hedges, una madre que reside en Gillingham, Reino Unido, y tiene cuatro hijos, notó una señal alarmante en su hijo menor, Thomas, de apenas tres meses. Observó un resplandor blanco en su ojo, similar al brillo que se ve en los ojos de los felinos.

Investigación del destello. Inquieta por este destello, Sarah decidió utilizar el flash de la cámara de su teléfono para examinarlo con más detalle. Esta acción la llevó a investigar más a fondo al día siguiente, bajo diferentes condiciones de iluminación, confirmándose la presencia del resplandor.

Descubrimiento de Retinoblastoma. Para entender mejor este fenómeno, Sarah recurrió a Google, donde las pistas sugerían la posibilidad de un diagnóstico relacionado con el cáncer. A pesar de la falta de alarma inicial por parte del médico, Thomas fue derivado al Hospital Medway, donde finalmente se confirmó que sufría de retinoblastoma, una forma rara y agresiva de cáncer ocular que afecta a bebés y niños pequeños.

Seis sesiones de quimioterapia. Con este diagnóstico comenzó una difícil batalla contra la enfermedad. Thomas pasó por seis sesiones de quimioterapia en el Royal London Hospital, iniciando en noviembre de 2022. A lo largo del tratamiento, Thomas demostró una fuerza admirable, superando incluso episodios de sepsis, y completó su última sesión de quimioterapia el 6 de abril de 2023.

Fin del tratamiento. El 10 de mayo de 2023, Thomas tuvo el honor de tocar la campana que marca el fin de su tratamiento de quimioterapia. Durante este desafiante período, ha mostrado una notable recuperación y ahora es descrito por su madre como un niño travieso que disfruta jugando con su hermano mayor y el resto de su familia.

Reconocimiento de la importancia de la vigilancia. La experiencia de Thomas resalta la importancia de estar alerta y conocer los signos del retinoblastoma, como el resplandor blanco en el ojo, que puede indicar esta grave condición.

Atención a los síntomas. La detección temprana, facilitada en este caso por la observación cuidadosa de Sarah y el uso inteligente de la tecnología, fue fundamental para el exitoso tratamiento de Thomas. Esto subraya la necesidad de aumentar la conciencia sobre los síntomas sutiles pero significativos de enfermedades graves en niños.