En el programa de este lunes de 'MasterChef' se vivió uno de los momentos más vergonzosos de la historia del reality. Tanto fue así que, dado lo mucho que tardaron los concursantes en sacar los platos, los jueces decidieron cancelar la prueba y continuar con el programa.
Los aspirantes llegaron al plató, como es habitual, y los chefs explicaron en qué consistía la primera prueba. Para este lunes por la noche ‘MasterChef' preparó una carrera de relevos.
Para ello, dividieron a los concursantes en cuatro filas de tres personas y cada fila debería preparar un mismo plato de manera que, hasta que no tuviese el visto bueno de los jueces, el compañero de la fila de en frente no podría comenzar con su elaboración.
Los problemas comenzaron desde el primer momento ya que Luismi no sabía como preparar su plato y echaba el ojo constantemente a lo que hacía su compañera. Pero eso no fue lo peor de la prueba. A la falta de conocimiento de Luismi, de un plato básico como son los huevos Benedict, se le sumó la ofuscación de María Lo al intentar hacer un suflé algo ‘pasable', lo que le llevó a preparar más de cinco hasta que Samanta le diera el visto bueno. Tras dos horas de programa, en la última de las filas se cocinaba lo que se suponía debía ser un flan de huevo, pero que ninguno de los tres aspirantes logró hacer.
Después de «3 horas y 45 minutos de prueba», «no sabéis hacer un simple flan», recalcó Pepe, los jueces decidieron cancelar la desastrosa prueba. A lo que Jordi Cruz añadió «os hemos puesto a prueba con c4 elaboraciones básicas y sencillas de nuestra cocina y no habéis sabido hacerlo. Es bochornoso».
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