Un análisis preliminar sugiere que más de la mitad de los jóvenes experimentan confusión a la hora de elegir pareja. | Liridon Shala en Pixabay

Un estudio sociológico reciente revela que la mayoría de los adultos jóvenes encuestados manifestaron sentirse confundidos acerca de sus opciones cuando se trata de decisiones sobre citas.

Un análisis preliminar sugiere que más de la mitad de los jóvenes experimentan confusión a la hora de elegir pareja, y las mujeres parecen ser más propensas a manifestar confusión en la selección de pareja que los hombres. Esta investigación se presentará en la Conferencia Anual de la Sociedad de Biología Experimental en Praga.

La misma es una iniciativa de Ll Fundación de Investigación Etophilia (India), un grupo de investigación centrado en la investigación de la biología del comportamiento y la salud pública, que recientemente ha comenzado a investigar cómo la digitalización de la sociedad regula el comportamiento humano.

Debido a la omnipresencia de las redes sociales y las citas digitales en la vida cotidiana, los seres humanos ahora están expuestos a muchas más parejas potenciales que nunca, pero la disponibilidad de aplicaciones de citas populares y la facilidad de mejora de fotografías pueden distorsionar la realidad del grupo disponible de candidatos para citas.

«La selección de pareja es un proceso psicológico complejo, que se ve influido por múltiples factores sociales, como la apariencia, la personalidad y la situación financiera», afirma Chayan Munshi, fundador y director ejecutivo de la Fundación de Investigación de Etophilia en Santiniketan (India). «Más recientemente, esto se ha visto significativamente influenciado por las redes sociales, donde la exposición constante a contenido sexualmente estimulante o atractivo crea ciertas percepciones de la realidad en la mentalidad de los jóvenes, lo que en última instancia crea confusión en términos de selección de posibles parejas. Este proyecto comenzó con una amplia observación de los patrones de comportamiento humano en relación con la elección de pareja», afirma Munshi.

«A este estudio observacional le siguieron interacciones directas con una población joven mediante un cuestionario abierto».

Los resultados preliminares de este proyecto en curso proceden de una encuesta realizada a jóvenes adultos de la India, en la que la mayoría de los encuestados tenían entre 18 y 30 años. Se están realizando más análisis de los resultados y se está preparando una encuesta ampliada que incluirá líneas de investigación más específicas.

El cuestionario incluyó preguntas relacionadas con la selección de pareja romántica, como «¿Se siente confundido al seleccionar una pareja para toda la vida?», «¿Cuáles son sus criterios para seleccionar una pareja para toda la vida?», «¿Sigue buscando otras parejas si ya está en una relación estable?» y «¿Le gusta cambiar a una 'mejor opción' al seleccionar una pareja para toda la vida?».

Estos resultados iniciales muestran que la percepción de la disponibilidad de una pareja potencial puede estar sesgando la forma en que las personas juzgan sus opciones de pareja para la vida, incluso cuando ya tienen una relación. «Por ejemplo, se manifiesta una impulsividad significativa y hay una disminución de las interacciones sociales en persona», aporta Munshi. «Esto expone la confusión mientras las personas buscan una pareja y puede manifestar complejidades a la hora de mantener una relación».

De esta forma, Munshi espera que esta investigación en curso ayude a comprender mejor cómo está evolucionando la selección de pareja en los seres humanos. «Nuestra hipótesis indica firmemente que el 'índice de placer' o 'subidón de adrenalina' de las relaciones está adquiriendo mayor importancia en las generaciones más jóvenes que la estabilidad a largo plazo», afirma. «Es alarmante que la impulsividad o la confusión puedan conducir a la inestabilidad en el comportamiento humano de mantenimiento de relaciones, lo que en realidad está afectando al comportamiento social normal en los seres humanos».

«El patrón actual es lo suficientemente notable como para indicar que esto podría modificar las normas sociales de la conducta de elección de pareja en los humanos jóvenes, lo que podría tener un efecto significativo en el circuito cerebro-conductual», afirma Munshi. «A largo plazo, esto podría acabar modificando el protocolo fundamental de las estrategias evolutivas de apareamiento».