Este domingo Jordi Évole cruzó el charco y desembarcó en Uruguay para pasar unos días hablando con los primos Strauch, sobrevivientes de la tragedia o milagro de los Andes retratado en ‘La sociedad de la nieve'.

Ellos eran los encargados de cortar la carne de los cadáveres de los pasajeros fallecidos para que el grupo pudiera alimentarse «sin saber a quienes se estaban comiendo».

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Por su parte, Adolfo 'Fito' Strauch Urioste contó en ‘#LosDeLaNieve' cómo consiguieron que aquellos supervivientes de los Andes que se negaban a comer carne humana lo hicieran: «Hubo algo muy bueno que pasó sobre el día 14, que se le ocurrió a Marcelo, y es que para que comieran los que no querían, agarramos una chapa de aluminio del respaldo de los asientos, rompimos un cajón de madera de Coca Cola, y con eso hicimos un fueguito».

«Así, cortamos una cantidad de trozos y se hicieron a la plancha, y todos los que no habían podido comer, comieron un churrasquito, y fue mucho mejor», recuerda 'Fito'. Évole no dudó en preguntar si aquello les saciaba, a lo que Eduardo Strauch señaló que no lo hacía, porque «la porción diaria era como dos alfajores y no saciaba», pero al menos conseguían «frenar el debilitamiento».

«Seguíamos muertos de hambre y perdiendo peso», añadió 'Fito', mientras que Daniel Fernández Strauch comentó que, en su caso, en los 72 días no sintió «ni hambre ni frío nunca». «Sentí sed», recuerda, tras lo que 'Fito' apuntó: «el hambre no duele, pero la sed sí».