Argolandia se encuentra al oeste de Australia. | WikiImages en Pixabay

Una de las grandes incógnitas geológicas, ahora resuelta, es qué pasó con Argolandia, un continente que se formó hace 155 millones de años y que desapareció. Recientemente, geólogos de la Universidad de Utrecht (Países Bajos), anunciaron que han logrado encontrar este continente que desconcertó a los científicos.

Argolandia se trata de una tierra de 5.000 kilómetros de largo que se desprendió del occidente de Australia, cuando formaba parte del supercontinente Gondwana, al lado de Sudamérica, África, India y la Antártida. Los científicos ya habían encontrado indicios de este continente, puesto que en Australia se encontraron huellas de su separación.

Las evidencias más clara de Argolandia fue un hueco que quedó cuando se separó: una cuenca ubicada en las profundidades al oeste de Australia, una zona llamada Llanura de Abisal de Argo.

Los geólogos neerlandeses, dirigidos por Eldert Advokaat, resolvieron que ese fragmento era Argolandia. Una parte se hundió y quedó bajo el sudeste asiático. «También hay pedazos de este escurridizo continente "bajo las verdes selvas de gran parte de Indonesia y Myanmar", según la investigación publicada en la revista científica Gondwana Research.

Hallazgo

"Estábamos literalmente lidiando con islas de información, razón por la cual nuestra investigación llevó tanto tiempo. Argolandia se dividió en muchos fragmentos diferentes. Eso obstruyó nuestra visión del viaje del continente", explicó Advokaat a través de un comunicado de prensa. Además, se destacó que esta tierra se había ido transformando en microcontinentes separados por el océano-

La línea de Wallace

Reconstruir todas las piezas de este continente fue también de ayuda para explicar otro misterio científico; la línea de Wallace, una barrera invisible que separa la fauna del sudeste asiático de Australia.

Los biólogos han detectado que los animales de ambas parte de la línea, que pasa por el sur de Indonesia, son muy diferentes entre sí y no se mezclan.

"Estas reconstrucciones son vitales para nuestra comprensión de procesos como la evolución de la biodiversidad y el clima, o para encontrar materias primas", resaltó el geólogo Douwe van Hinsbergen.