Los hechos ocurrieron en República Dominicana el pasado mes de febrero. La familia de Julio Alberto Vinicio Pierre celebraba su funeral tras fallecer en el Hospital Francisco Moscoso Puello a los 27 años a causa de una dolencia pulmonar que sufría desde hace tiempo.
Tras confirmarse su fallecimiento, según recoge Antena 3, la familia comenzó con los trámites y preparativos del último adiós.
Cuando todos estaban comiendo en la vivienda familiar al lado del ataúd, comenzaron a escuchar ruidos que provenían de él, al abrirlo comprobaron que el joven se estaba moviendo. La cosa no quedó ahí, el hasta ahora difunto se levantó, se sentó a la mesa, ingirió un plato de sopa y bebió agua ante la sorpresa absoluta de los presentes.
Los familiares pusieron un espejo debajo de la nariz del joven para comprobar que respiraba, aunque poco después «volvió» a morir. Tras comprobar nuevamente que estaba fallecido, procedieron a enterrarlo.
La familia de Julio denunció al Ministerio de Salud Pública por certificar una muerte sin comprobarla debidamente, el ente abrió una investigación para descubrir lo ocurrido aunque se inclinan por un síndrome post mortem.
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