Esta cifra pone en evidencia la magnitud del problema que se repite cada día. "Nos divorciamos mal y utilizamos a los niños como arma arrojadiza", constata la AEAFA. Por ello, la presidenta de la asociación, Dolores Lozano, alerta del "efecto devastador que provoca en los hijos el cruce de críticas entre padres y madres divorciados", así como los "intentos de dinamitar la vinculación de los menores con el otro progenitor" tras una separación.
En el marco del I Congreso de la Infancia y Adolescencia celebrado en Madrid, la presidenta de AEAFA ha analizado "la protección de niños, niñas y adolescentes en los procesos de ruptura de pareja", un evento que ha sido inaugurado por el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la fiscal General del Estado, Dolores Delgado.
"En muchas ocasiones se produce una lucha de poder motivada por los intereses económicos o, también, por la incapacidad de superar el trauma mismo de la separación o por los sentimientos de fracaso personal, enfado u odio hacia la expareja", ha destacado María Dolores Lozano.
Al crecer con el rechazo a uno de los progenitores o a su familia se identifica como un factor de riesgo para el desarrollo psicológico del niño o niña, que puede acabar provocando graves desajustes cognitivos, emocionales y conductuales a corto y largo plazo. Se trataría, según la AEAFA, de una forma de maltrato infanto-juvenil que tiene importantes repercusiones en la edad adulta.
De esta manera, María Dolores Lozano ha enumerado los ocho errores más comunes que se producen antes y después del proceso de separación y que pueden atentar contra menores:
- Creer que la sentencia judicial pone fin al conflicto familiar.
- Implicar a los/las menores en el proceso judicial
- Delegar en los niños, niñas y adolescentes la toma de decisiones esenciales.
- Pelear, discutir y organizar escenas emocionales o violentas delante de ellos.
- Criticar al otro, padre o madre, o alejarlos de él/ella o dificultar su relación.
- Presionar a los niños/as en busca de información
- Mandarse mensajes a través de los niños, niñas y adolescentes.
- Situarlos en medio del conflicto: utilizarlos como pretexto, como arma arrojadiza, obligarles a tomar partido (aunque sea indirectamente).
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Una de las mentirijillas habituales, en materia de divorcio, es afirmar que no hubo tercero/as, que se hace todo de común acuerdo, de modo civilizado, y que quedan muy buenos amigos. Se oye mucho en la tv y la prensa rosa.