Como suele ocurrir en estos casos, comenzaron las especulaciones sobre el origen del solitario edificio y, cómo no, sobre su propietario. Según LADbible, no de los rumores afirmaba que el edificio pertenecía a un multimillonario desconocido que planeaba usarlo como un hogar seguro en caso de un apocalipsis zombie.
Habladurías que no tardaron en ser desmentidas cuando se reveló que, en realidad, no se trata de una casa sino de un pabellón de caza que pertenece a la Asociación de Caza Elliðaey. Además, el lugar tampoco podía ser una residencia muy cómoda, pues en la isla no hay electricidad ni agua corriente.
La isla cuenta con una gran población de bandadas de frailecillos, cuya caza no es ilegal en Islandia, pese a que se trata de una especie en peligro de extinción. El lugar en sí está catalogado como reserva natural y área protegida puesto que alberga una importante zona de anidación de petreles de tormenta y otras aves marinas singulares.
Tras la publicación de una imagen de la solitaria construcción, los usuarios comentaron que es poco probable que allí haya conexión a internet o recepción de teléfonos móviles. La propiedad, sin embargo, destaca por poseer una sauna aparentemente ecológica que se alimenta de un sistema de recolección de agua de lluvia.
Un usuario apuntó que "parece el mejor lugar para estar", a lo que otro respondió: "salvo que tengas hambre". Otro internauta, que parece tener un amplio conocimiento de la isla, añadió: "En realidad, no es un lugar tan remoto (aunque no puedes atracar allí a menos que seas miembro del club de caza). Sin embargo, es realmente bonito y realmente se ve así de loco en la vida real".
Otra persona que aseguró haber estado en la isla explicó: "He estado allí y creo que todavía tienes que subir una escalera incrustada en el acantilado. Hay una pequeña playa más baja y un muelle".
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