Febrero, el mes del amor. Pero no solo del amor romántico, sino también del amor propio. Porque, el primer paso para una vida plena es enamorarte de ti misma, de tu cuerpo en todas sus etapas y de tu bienestar. Y eso incluye tu deseo, tu placer y tu derecho a seguir disfrutando.
Cierra los ojos y haz memoria. ¿Recuerdas esa sensación? Esa chispa que recorría tu cuerpo con solo una mirada, el cosquilleo en la piel con una caricia inesperada, el deseo espontáneo que te hacía buscarle sin razón aparente. Y ahora, ¿dónde te has ido, chispa? ¿Qué hay que hacer para que te vuelvas a encender?
El problema: Cuando el deseo se esconde
Si últimamente sientes que tu libido ha decidido hacer las maletas y desaparecer sin dejar rastro, déjame decirte algo: no eres la única. La menopausia llega con una bajada natural de estrógenos y testosterona, dos hormonas esenciales en el deseo sexual. Y, como si no fuera suficiente, también se suman otros factores: sequedad vaginal, insomnio, cambios de humor y una fatiga que parece no tener fin.
Pero la falta de deseo sexual no es solo culpa de la menopausia. El ritmo frenético del día a día también tiene un peso enorme. Si nuestra mente está saturada de responsabilidades, preocupaciones y listas interminables de tareas, difícilmente habrá espacio para pensar en el placer. Cuando la sexualidad se percibe como una obligación más o como un problema que resolver, en lugar de un momento de disfrute, el deseo se apaga. Y si a esto le sumamos el agotamiento físico y el estrés, es natural que lo único que queramos al final del día sea dormir en lugar de conectar con nuestra pareja.
Factores como el estrés, la rutina, la falta de comunicación en pareja, la autoimagen deteriorada y el cansancio acumulado también juegan un papel importante. Y nadie te ha preparado para esto. La falta de información, los tabúes y la presión social hacen que muchas mujeres asuman que «se acabó». Que el deseo ya no es parte de su vida y que toca resignarse. Pero, querida lectora, esto no tiene por qué ser así.
El deseo no se muere, solo necesita un empujón
La realidad es que la menopausia no es el fin del buen sexo. Sin embargo, el deseo ya no surge de la nada como antes, y ahora el cuerpo necesita un calentamiento más consciente. Los preliminares juegan un papel clave: caricias más prolongadas, masajes, besos sin prisa y una conexión emocional más profunda pueden marcar la diferencia. Permítete explorar sin la presión de llegar al clímax de inmediato, disfrutando del proceso y dándole a tu cuerpo el tiempo que necesita para despertar. La menopausia no es el fin del buen sexo, al contrario, es una oportunidad para explorar nuevas formas de vivir la sexualidad. ¿Quién dijo que la única forma de disfrutar era como a los 20? A esta edad tenemos algo mucho más valioso: experiencia, autoconocimiento y menos complejos.
La clave está en romper mitos y atreverse a redescubrirse. El deseo no se muere, solo necesita un empujón importante. Y ese empujón puede venir en forma de tiempo, paciencia y exploración. Es necesario reencontrarse con el propio placer sin expectativas ni comparaciones con el pasado. ¿Y si te dijera que hay muchas maneras de recuperar el deseo? Empezando por la comunicación con tu pareja, la exploración de tu propio cuerpo, el uso de juguetes sexuales y la importancia de un suelo pélvico fuerte. Porque sí, querida lectora, los ejercicios de Kegel pueden hacer maravillas.
¿Y qué hay de la sequedad vaginal?
Hoy en día existen hidratantes naturales con ácido hialurónico y postbióticos que pueden devolver el confort y la sensibilidad. Es importante diferenciar entre hidratantes vaginales y lubricantes. Los hidratantes vaginales están diseñados para usarse cada día como una crema facial, pero en tú vulva y vagina. Están destinados a mejorar la salud de los tejidos vaginales, ayudando a reducir la sequedad y el dolor durante las relaciones (dispareunia).
Por otro lado, los lubricantes se utilizan en el momento del encuentro íntimo para reducir la fricción y mejorar la comodidad. Usar ambos en conjunto puede ser clave para mantener la salud y el placer en esta etapa. Los lubricantes a base de agua son perfectos para un uso regular sin alterar el pH vaginal.
Si hablamos de juguetes sexuales, hay un mundo de posibilidades: desde vibradores para estimulación externa del clítoris, hasta dispositivos de masaje para fortalecer el suelo pélvico. No hay reglas, solo lo que te haga sentir bien.
Y si queremos abordar el deseo desde dentro, los suplementos pueden ser un gran aliado. El magnesio, la maca andina, el zinc y la ashwagandha han demostrado tener un impacto positivo en la libido y el equilibrio hormonal.
La sexóloga Francisca Molero, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología y Ginecología, explica: «Cuando hablamos de deseo sexual, hablamos básicamente de impulso y de motivación. El impulso tiene que ver con factores relacionados con el tema hormonal y con la edad. Sabemos, por ejemplo, que los adolescentes y los adultos jóvenes son más impulsivos que la gente madura. Luego está la motivación, que se basa en cómo me siento yo como persona de salud, y en la calidad de la relación erótica que tenga en ese momento de la actividad o del vínculo.»
Vive tu sexualidad sin reglas
No se trata solo de «volver a lo de antes», sino de abrirse a nuevas experiencias. Juega, experimenta, habla de lo que te gusta y lo que no. Conecta contigo misma antes de intentar conectar con otra persona. Y, sobre todo, olvida los mitos: no hay una única manera de vivir la sexualidad en la menopausia. La vida sexual puede ser tan emocionante como quieras que sea.
Así que, querida lectora, si sientes que tu deseo ha estado de vacaciones, es hora de darle la bienvenida de nuevo. La menopausia no es el final del placer, es solo el inicio de una nueva forma de disfrutarlo. Atrévete y vívela sin reglas.
Te escribo pronto, con más consejos, para hacer de la menopausia una etapa de renacimiento y no de resignación.
¡Cuidando de Ti, desde dentro hacia afuera!
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