La fatiga se está volviendo una realidad debido a las videollamadas. | Foto de Anna Shvets

La fatiga de Zoom es un término utilizado para describir el agotamiento físico y mental que muchas personas experimentan después de participar en reuniones virtuales prolongadas, especialmente a través de plataformas de videollamadas como Zoom. Este fenómeno se ha vuelto más común debido al aumento del trabajo remoto y la dependencia de las videoconferencias en el contexto laboral y social.

La insatisfacción con la apariencia facial está asociada con la fatiga de las reuniones virtuales, lo que impulsa el uso de comportamientos de gestión de impresiones y resulta en una menor intención de adoptar tecnologías de reuniones virtuales, según un estudio dirigido por la Universidad Estatal de Michigan, EEUU, y publicado en 'PLOS One'.

La creciente dependencia de las máquinas virtuales ha dado lugar a una experiencia generalizada de fatiga por las máquinas virtuales, comúnmente conocida como fatiga por Zoom. Este fenómeno tiene implicaciones significativas para la productividad en el lugar de trabajo y el bienestar individual. A pesar del papel fundamental de la fatiga por las máquinas virtuales en la configuración de las interacciones en el lugar de trabajo y la inclusión digital en los entornos de trabajo virtuales emergentes, sus efectos en la adopción de las máquinas virtuales (y los mecanismos que vinculan las preocupaciones por la apariencia facial, la fatiga por las máquinas virtuales y la adopción de las máquinas virtuales) siguen sin explorarse.

En el nuevo estudio, Lim y su equipo respondieron a la necesidad urgente de comprender el mecanismo de la fatiga de las máquinas virtuales y sus consecuencias para la inclusión de la tecnología en el lugar de trabajo virtual. En concreto, investigaron las funciones de gestión de impresiones, herramientas que permiten a los usuarios ajustar su video personal para gestionar su apariencia.

Para ello, reclutaron a 2.448 trabajadores con sede en EEUU para participar en una encuesta de 15 minutos. La muestra incluía a trabajadores profesionales, técnicos o científicos que trabajaban de forma remota al menos algunas veces y que participaban regularmente en reuniones virtuales de trabajo. La encuesta evaluó las percepciones negativas de los participantes sobre su apariencia facial, así como los comportamientos de gestión de impresiones, como el uso de retoques para mejorar el video personal y el uso de filtros de video o avatares.

Utilizando modelos de ecuaciones estructurales para examinar las relaciones entre cada uno de estos factores, los resultados demostraron que las personas que informan una mayor insatisfacción con la apariencia facial experimentan más fatiga de VM, lo que luego conduce a un mayor uso de las funciones de gestión de impresiones. La fatiga de VM inducida por la insatisfacción facial se asocia con los usuarios que perciben las VM como menos útiles, lo que en última instancia afecta su intención de adoptar plataformas de VM en reuniones en el lugar de trabajo. En conjunto, los hallazgos mejoran la comprensión de los mecanismos psicológicos subyacentes a la fatiga de VM y su influencia en la adopción de tecnología.

Las limitaciones del estudio incluyen el reclutamiento de participantes exclusivamente de los EEUU y el diseño de la encuesta, que impidió a los investigadores identificar relaciones causales entre la insatisfacción con la apariencia facial, la fatiga por los VM, los comportamientos de gestión de impresiones y las intenciones de adoptar los VM.

Según los autores, las investigaciones futuras deberían reclutar participantes de diversos contextos culturales y ahondar en cómo las características actuales de los VM facilitan la comunicación en el lugar de trabajo de maneras que apoyan el bienestar y las necesidades sociopsicológicas de los trabajadores.

Los autores añaden: «Nuestro estudio destaca que la insatisfacción con la apariencia facial contribuye a la fatiga de Zoom, lo que lleva a una menor adopción de tecnologías de reuniones virtuales. Esta insatisfacción también impulsa el uso de funciones de gestión de impresiones, lo que pone de relieve la necesidad de abordar el bienestar de los trabajadores en entornos de comunicación virtual».