En los últimos años, el estigma sobre el ‘peso ideal’ ha logrado afectar a muchas personas en diversos aspectos de su vida, como la autoestima, la percepción sobre su imagen corporal, su salud mental, dificultad en el momento de establecer relaciones sociales o, incluso, discriminación, afectando así a sus oportunidades en el trabajo, educación y otros ámbitos en la vida.

Esta idea del peso ligado a la estética y los cánones de belleza tiene también una gran probabilidad de provocar falta de adherencia a los tratamientos y una mayor reganancia de peso. Es por ello por lo que no solo se está realizando un cambio de perspectiva y de paradigma a nivel médico y clínico, sino que se percibe un cambio significativo sobre cómo la sociedad empieza a considerar al peso como un indicador directamente relacionado con la salud y ya no solo desde una perspectiva estética.

Los datos muestran que la gente está abandonando la idealización por el «peso ideal» y se está centrando más en su bienestar y salud mental. Según un reciente estudio realizado por PronoKal, especializada en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad con supervisión profesional, a más de 200 personas en España que cuidan su salud y su peso, el 58% de los encuestados define el ‘peso saludable’ como «tener un peso que te ofrece salud y bienestar, aunque no sea el peso perfecto», lo que indica un alejamiento de la búsqueda del «peso ideal» hacia un enfoque más centrado en el bienestar. Desde PronoKal consideran fundamental superar este estigma sobre el peso ideal, a fin de que las personas puedan adoptar un enfoque más saludable de su propia vida. Por ello, comparten algunos consejos para empezar a priorizar tu salud y elevar tu bienestar general, tanto de cuerpo como de mente, siguiendo un peso saludable:

1. Establece metas realistas y alcanzables a la hora de empezar un tratamiento de pérdida de peso y cambiar hábitos: en lugar de buscar un «peso ideal», establece metas realistas que te ayuden a mejorar tu salud y bienestar. Concéntrate en pequeños cambios graduales, como reducir el consumo de azúcar, mantener una adecuada proporción de proteína o aumentar la ingesta de verduras.   

2. Descubre el poder de una nutrición equilibrada y tener a la proteína como aliada.

3. Implementa la actividad física poco a poco en tu rutina: aprovecha el buen tiempo para ejercitarte al aire libre, combinando ejercicios de resistencia y cardiovasculares para tonificar los músculos y mejorar la salud general.

4. Cultiva una actitud positiva hacia tu cuerpo: practicar la positividad corporal puede ayudarte a abandonar las preocupaciones por el «peso ideal» y enfocarte en tu bienestar. En lugar de centrarte en lo que no te gusta de tu cuerpo, celebra lo que sí te gusta y agradece los pasos que vas haciendo para cuidar de tu salud.

5. Sigue un tratamiento bajo la supervisión de un profesional: cada persona es un mundo distinto, así como su diagnóstico y necesidades. Uno de los elementos más importantes tras la decisión de tratar el sobrepeso es la de hacerlo de la mano de profesionales y con la supervisión de un médico, abordando todas las esferas del estilo de vida: la nutrición, la actividad física y la conducta emocional.