La influencer Pawgli, quien cuenta con casi 900 mil seguidores en TikTok, ha hecho pública la preocupante situación de acoso que está viviendo. En varios vídeos compartidos en su cuenta, la joven relata cómo su vida ha dado un giro dramático debido al acoso constante por parte de su exentrenador, a quien conoció en un gimnasio de Barcelona.
Según narra la propia influencer, al principio todo parecía una ayuda inocente: él se ofreció a explicarle cómo usar las máquinas de ejercicio, aparentemente sin malas intenciones. Sin embargo, las cosas tomaron otro rumbo cuando el chico solicitó su número de teléfono y mostró interés por verla fuera del gimnasio. «El chaval se obsesionó conmigo», asegura Pawgli en su cuenta de TikTok, destacando que jamás respondió a los mensajes enviados por él, ni en Whatsapp ni en redes sociales.
A raíz del rechazo, comenzaron a producirse situaciones desagradables hasta el punto de que ella tuvo que pedir al gimnasio que lo expulsaran. Sin embargo, esto no detuvo al acosador, quien incluso comenzó a inventar una supuesta relación amorosa con ella, insistiendo en comunicarse pese a la negativa rotunda.
Ante la presión insostenible, Pawgli decidió trasladarse de Barcelona a Madrid por motivos laborales. Su angustia aumentó cuando comenzó a encontrarse con su acosador en distintos lugares de la capital, algo que le causó pánico y ansiedad.
La situación escaló dramáticamente cuando la influencer descubrió que este individuo no solo se había mudado también a Madrid, sino que vivía justo en frente de su residencia. «Me llama por teléfono, porque yo le tengo bloqueado en todos lados, y me dice 'Pau mira arriba'. Miro arriba y estaba el chaval en la ventana haciéndome 'hola' con la mano», relata con evidente angustia.
«He entrado en ataque de pánico, con ansiedad, llorando», reconoce Pawgli, quien finalmente decidió acudir a las autoridades tras dudar inicialmente si sería escuchada. Actualmente, la influencer vive con temor, limitando sus salidas al mínimo y siempre acompañada. «Básicamente, me han dicho que me quede en mi casa. Que si salgo, salga acompañada», comenta.
Visiblemente afectada, Pawgli asegura que estos días han sido especialmente difíciles: «Están siendo literalmente los peores días de mi vida, no puedo dormir y cuando lo consigo me levanto sudando de las pesadillas que tengo. No sé por qué me está tocando vivir esto».
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