El ex portavoz de Sumar en el Congreso Iñigo Errejón ofrece declaraciones a los medios tras declarar en los juzgados de Plaza de Castilla. | Europa Press - Mateo Lanzuela

El exportavoz de Sumar en el Congreso y uno de los fundadores de Podemos, Íñigo Errejón, declaró el viernes ante el juez tras ser denunciado por la actriz Elisa Mouliaá de presuntos abusos sexuales. Este lunes se ha conocido el contenido de la declaración del político, que dejó todos sus cargos tras hacerse pública la denuncia de Mouliaá. Y sus palabras no han dejado indiferente a nadie.

Errejón admitió ante el juez que investiga el caso, Adolfo Carretero, que tocó a la actriz «el culo y los pechos», pero puntualizó que solo «por debajo del jersey por encima del sujetador». También aseguró ante el juez Carretero que no se sacó el pene en ningún momento pero que ella sí que se lo tocó «por encima del pantalón», según los vídeos de la declaración publicados por OkDiario.

El juez Carretero, en otro momento del interrogatorio, se refirió a la controvertida ley del solo sí es sí, promovida por el partido de Errejón: «¡Parece mentira que me esté pasando esto contigo, Íñigo!», exclamó y le preguntó si recordaba «algo de eso». Con su respuesta, Errejón echó por tierra todas las consignas proclamadas desde Podemos y Sumar para defender la ley: «En la vida real la gente no habla con consignas».

El juez también cuestionó a Errejón por considerar que el testimonio de la actriz no es válido cuando su partido ha defendido siempre que hay que creer en la palabra de la víctima. En este punto, el exlíder de Podemos y Sumar admitió que había dejado sus cargos porque ya no creía en la validez de esa aseveración: «Antes era coherente con el partido en el que estaba», dijo Errejón y admitió que «cuando cambió la situación» cambió también su postura. Errejón achacó a la «coherencia» su dimisión como diputado y cargo de Sumar porque no podía defender ese postulado y «a la vez» defender su inocencia. Y es que, a pesar de que Íñigo Errejón siempre defendió que había que creer sí o sí a las víctimas y que las denuncias falsas no existían, ahora que le ha tocado a él, ya no piensa como antes.