Gusano de fuego, reserva natural marina de Garajau, Madeira, Portugal. | Diego Delso

El conocido como gusano de fuego (Hermodice carunculata) se está convirtiendo en la pesadilla de bañistas, buceadores y pescadores de las costas españolas. Y es que la presencia de esta especie de gusano poliqueto marino está creciendo cada verano más.

Según ha recogido El Confidencial, el gusano, que ha sido avistado en distintas áreas del Mediterráneo español, cuenta con unas quetas que producen fuertes irritaciones cuando penetran la piel. Por ello, y teniendo en cuenta su aspecto llamativo, las autoridades se han visto obligadas a emitir alertas y recomendaciones para los turistas y locales que quieran disfrutar de las aguas costeras.

Entre ellas se advierte de que, en caso de ser picado, hay que lavar la zona afectada con agua salda, retirar las cerdas, aplicar frío y, si los síntomas persisten, buscar atención médica inmediata.

Usualmente, el cuerpo de este gusano alcanza los 15 centímetros, es alargado, blando, aplanado y está compuesto por múltiples segmentos. Sus cerdas son de un blanco brillante traslúcido.

El hábitat del Hermodice carunculata estaba restringido a zonas de aguas cálidas como las del Caribe, Atlántico Occidental y el Mediterráneo, pero debido al aumento de las temperaturas y las alteraciones en las corrientes marinas, en los últimos años se ha registrado un aumento de su distribución geográfico. Este hecho ha generado cierta preocupación entre algunos biólogos marinos que están siguiendo de cerca la expansión e interacciones con los biomas del gusano de fuego.