Tras una llamada ciudadana el pasado día 18 pasadas las 19 horas, los agentes acudieron a la calle Libra, en el barrio de Aravaca, en la que paseaba una tortuga de espolones africana de grandes dimensiones y más de 30 kilos de peso. Se encontraba en buen estado y activa, tenía microchip, por lo que avisaron a su propietario, que acudió al lugar y la recogió.
Presentó a los policías la documentación correspondiente del animal, que se encuentra inscrito en el regimen CITES, el tratado internacional que regula la prevención del movimiento transfronterizo internacional de especies en peligro de extinción y el tráfico de otras especies de animales y plantas silvestres.
No obstante, fue denunciado por virtud de una ordenanza municipal por no adoptar las medidas necesarias para evitar poner en peligro este animal. De momento se desconoce cómo pudo escapar y recorrer tanta distancia, ya que su dueño vive en Pozuelo de Alarcón.
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El titular sería más.bien: "una tortuga africana busca su hábitat tras abandonar la casa donde estaba encerrada"