Fachada del Palacio de Justicia de Catalunya, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona. | Europa Press - David Zorrakino

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 17 años de prisión al acusado de rociar con gasolina y prender fuego a su casero y a la pareja de éste el 14 de diciembre de 2020 en su piso de Barcelona.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el tribunal de la Sección 5 considera probado que de madrugada el acusado cogió un bidón de gasolina y roció completamente a su casero y a la pareja de éste y les prendió fuego con un mechero "con ánimo de causar la muerte de sus vecinos o, cuanto menos asumiendo las altas posibilidades de que ello sucediera".

En el momento, según el fallo, el acusado asumió que su comportamiento podría ocasionar lesiones a su propia sobrina, que estaba a pocos metros de las víctimas y no podía salir sin atravesar la línea de fuego.

Su sobrina sufrió quemaduras en el 10% del cuerpo y estuvo impedida 24 días, en los que necesitó silla de ruedas, y padece secuelas estéticas en las piernas y en un antebrazo.

El casero sufrió quemaduras en el 30% de la superficie corporal, que le afectaron mayoritariamente a las extremidades inferiores y los genitales y precisó de una intervención quirúrgica para colocarle injertos.

Como consecuencia, tiene que utilizar un traje especial para grandes quemados que debe renovarse anualmente, debe someterse a controles evolutivos y sufre un trastorno depresivo y de estrés postraumático.

La pareja del casero resultó con el 16% del cuerpo quemado, por lo que tuvo que someterse a una operación quirúrgica, estuvo hospitalizada 39 días y tiene secuelas psicológicas y físicas, sobre todo en las piernas y en la región cervical, donde las cicatrices le provocan una retracción del mentón.

La sentencia no ve acreditado que, como declararon las víctimas en el juicio, el acusado les dijera qué debían explicar a los Mossos: "Ha sido la 'burra' que ha explotado. Si no, no lo vais a contar" (en alusión a un aparato eléctrico), para ocultar que los había rociado con gasolina y les había prendido fuego.

LAS ACUSACIONES PEDÍAN HASTA 30 AÑOS

Por estos hechos la fiscalía solicitaba 25 años de prisión por dos presuntos delitos de homicidio en grado de tentativa, delitos de lesiones y amenazas.

La acusación particular, que ha ejercido la abogada Mónica Aguilar junto a Jaume Agustí, del bufete Lealta Advocats, pedía más de 30 años de cárcel por dos asesinatos en grado de tentativa, lesiones y amenazas y una indemnización de 130.000 euros por los daños causados a la pareja.

DESCARTAN EL INTENTO DE ASESINATO

Sin embargo, el tribunal descarta el asesinato en grado de tentativa y condena al acusado a 7 años de cárcel por cada uno de los dos delitos de homicidio intentado por el ataque su casero y a la pareja de éste y a 3 años más como autor de un delito de lesiones por la agresión a su sobrina.

Por cada uno de los delitos de homicidio en grado de tentativa le impone la medida de libertad vigilada por un tiempo superior en 5 años a la pena de prisión impuesta y le prohíbe comunicarse y acercarse a las víctimas a menos de 200 metros durante 6 años una vez cumpla la pena privativa de libertad.

Además, en concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar con un total de 136.853 euros a las víctimas por las lesiones y las secuelas causadas, si bien la sentencia no es firme y todavía puede ser recurrida por las partes.