Robles dice que la venta de bombas a Arabia Saudí no ha sido suspendida sino que está en estudio. | EUROPA PRESS

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado este lunes que el contrato de venta de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí no ha sido suspendido sino que está en fase de estudio, igual que todos los contratos que tiene su Departamento «con cualquier país» para analizarlos «desde el rigor». Y ha negado que este contrato tenga ninguna vinculación con la venta de cinco corbetas a Riad.

En una comparecencia en el Senado, Robles ha abordado la polémica por las relaciones con Arabia Saudí y ha explicado que el contrato de venta de bombas, de 9 millones de euros, está en fase de estudio. «Ese contrato, como muchos otros con independencia del país, está fase de estudio. Las discrepancias que pueda haber se estudiarán con el país que se haya firmado», ha justificado.

La ministra ha dado estas explicaciones tras las protestas protagonizadas por los trabajadores de Navantia ante el temor de que Arabia Saudí revocara la compra de las cinco corbetas en represalia por la anunciada decisión del Ministerio de Defensa de paralizar la venta de las bombas para evitar que fueran usadas en la guerra de Yemen.

La pasada semana, el Departamento dirigido por Robles confirmó una información de la Cadena Ser que anunciaba la suspensión del contrato de las bombas de precisión. Sin embargo, la ministra ha explicado este lunes que el nuevo equipo ministerial ha paralizado «todos» los proyectos en marcha, no sólo el saudí, para su estudio y debate.

«La obligación de cualquier gobierno cuando llega es conocer, paralizar y estudiar todos los proyectos, programas y contratos que están en marcha para hacer una valoración de sus prioridades desde el punto de vista de la exigencia nacional, las políticas de empleo y otros posicionamiento políticos. Todos contratos en marcha en el Ministerio son objeto de análisis y estudio», ha argumentado.

En este sentido, ha explicado que cada contrato se resolverá con el país efectado si debe ser revisado y ha insistido en que se trata de un análisis «desde el punto de vista técnico». «Se puede llamar paralizados, en estudio o parados, como quieran», ha emplazado.

«NO SE PUEDE JUGAR CON LOS EMPLEOS»

Robles ha puesto además el foco en la polémica por las represalias que pudiera tomar Arabia Saudí con la paralización de la construcción del contrato para la construcción de las corbetas --de 1.800 millones de euros-- y ha negado que exista ningún vínculo entre ambos programas.

En este contexto, ha advertido de que «hay cuestiones muy serias con las que no se puede jugar» y ha tildado de «profundamente irresponsable que se pueda introducir el miedo en el cuerpo a trabajadores de Navantia en San Fernando».

«A quien está transmitiendo ese mensaje a los trabajadores de Navantia o en cualquier parte del mundo lo que está haciendo es incurrir en una irresponsabilidad política. Y no quiero pensar que sea de carácter electoralista», ha censurado sin acusar directamente a nadie.

Robles ha asegurado que las relaciones comerciales con Arabia Saudí «han sido siempre fuertes y sólidas» y este Gobierno no tiene constancia --"más allá de algunas malediciencias de algunos"-- de que «ningún contrato vaya vinculado a ningún otro contrato de ninguna categoría». «Jurídicamente los contratos de Navantia con un país serio como Arabia Aaudí no están vinculados a ningún otro contrato», ha zanjado.

INVERSIONES DE 4.000 MILLONES

En este punto, ha garantizado el apoyo del Gobierno a la industria del defensa y ha asegurado que «el Gobierno no va a dejar en la estacada ningún empleo que haya ni en Navantia ni en ningún sitio». De hecho, ha anunciado que el Ejecutivo «ha desbloqueado» en sus primeros cien días de gobierno más de 4.000 millones de euros en inversiones en defensa.

Estos 4.000 millones de euros corresponden a medidas adoptadas por el Consejo de Ministros durante los últimos meses para la construcción del submarino S-80, la renovación de los helicópteros del Ejército Chinook o dos satélites de comunicación militar.

La ministra ha asegurado que el Gobierno se siente «profundamente orgulloso» de estas medidas sobre programas que «estaban paralizados o en stand by». «El Gobierno no tiene ningún empacho en decirlo, todo lo contrario, se siente orgulloso», ha garantizado como muestra de su «compromiso» con la industria de defensa.