Cientos de personas se han concentrado este sábado, movilizados por la plataforma Libres e Iguales, ante los ayuntamientos de las capitales de provincia para denunciar el «atropello» del proceso participativo del 9N y contra la «mutilación sectaria» de España que pretenden sus promotores.
En las concentraciones, realizadas de forma simultánea a mediodía frente a los ayuntamientos de las principales ciudades españolas, se ha leído el mismo manifiesto a favor de la Constitución y de la unidad de España y para reclamar al Gobierno «firmeza» en defensa de la ciudadanía común de todos los españoles.
El manifiesto cuestiona el «acto simulado de democracia» convocado mañana, con intención de «privar» a los españoles de una parte de su soberanía ciudadana y de «mutilar» los derechos políticos de los ciudadanos.
«Queremos denunciar alto y claro este atropello. Queremos seguir compartiendo con todos los ciudadanos españoles nuestra soberanía», reza el texto leído en Madrid por el exsecretario general de CCOO José María Fidalgo; en Barcelona por el periodista Arcadi Espada; y en A Coruña por el exalcalde Francisco Vázquez, entre otros.
En Barcelona, varios centenares de personas se han concentrado en la Plaza Sant Jaume, ante el Palau de la Generalitat, con presencia de dirigentes de Ciutadans, PPC, UPyD y VOX, y otras entidades favorables a la unidad de España, como 'Somatemps' o la plataforma 'Espanya i catalans'.
Allí, el líder de Ciutadans, Albert Rivera, ha advertido de que no se puede «romper y pisotear» la Constitución, por lo que ha pedido que «no se titubee en la utilización del Estado de Derecho».
En Madrid, alrededor de 200 personas se han concentrado frente a la sede del Ayuntamiento en la plaza de Cibeles para escuchar el manifiesto, entre ellas el premio Nobel Mario Vargas Llosa, el escritor Albert Boadella, el expresidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina o los dirigentes políticos Toni Cantó (UPyD) o Santiago Abascal (VOX).
Mario Vargas Llosa ha subrayado que la consulta es «un atropello» y una «violación» de la ley, hecha «con toda deliberación» y requiere una respuesta de la sociedad civil en defensa no sólo de la unidad de España, sino también de la democracia y de la legalidad, una realidad que está «en peligro» por la amenaza secesionista.
El escritor ha advertido sobre ciertos «movimientos antidemocráticos» vinculados al nacionalismo que amenazan a España y a Europa, si bien se ha mostrado convencido de que la inmensa mayoría de los españoles quiere perseverar en el proyecto común y ha echado en falta del Gobierno más apoyo a los catalanes que quieren permanecer en ese proyecto.
Albert Boadella ha añadido que una «farsa» y «una tomadura de pelo» como la convocada mañana en Cataluña «no se ha visto nunca» en la Europa democrática, ni siquiera en «países tercermundistas».
A su juicio, la celebración de la misma demuestra que en España la democracia no funciona como debería, porque hay leyes «que impiden esas patochadas».
En A Coruña, Francisco Vázquez ha tachado la cita de mañana de «acto de sedición» y ha alertado sobre un posible «acuerdo para reformar la Constitución en el que posiblemente estén ya los separatistas catalanes, el PP y el PSOE, precisamente para darle a Cataluña y posiblemente al País Vasco toda una serie de privilegios con respecto al conjunto de los españoles».
Esa posibilidad la ha sugerido en el acto de San Sebastián el parlamentario de UPyD Gorka Maneiro. En la capital donostiarra, ha acudido a la concentración un representante del Ejecutivo, en concreto el subdelegado, José Luis Herrador.
Las concentraciones se han desarrollado sin incidentes salvo en Barcelona, donde, cuando ya finalizaba, un centenar de personas con ikurriñas, pancartas contra la dispersión de los presos vascos y alguna estelada (bandera independentista catalana) han aparecido en la plaza, llegados desde el País Vasco para apoyar el proceso participativo, según han explicado a Efe algunos miembros del grupo.
Los concentrados de 'Libres e iguales' les han increpado con gritos de «asesinos» y se ha vivido algún momento de tensión, después de que un hombre arrancara una bandera a un manifestante vasco, pero inmediatamente una treintena de agentes de Mossos d'Esquadra han intervenido y han formado un cordón entre ambos grupos, que han acabado dispersándose sin detenidos ni más incidentes.
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¿En toda España solamente "cientos"? Ay que me veo venir un descalabro electoral para PP y PSOE...