El líder de UDC, Josep Antoni Durán i Lleida, ha manifestado de forma contundente que «nunca» dejará UDC, aunque ha reiterado su intención de impulsar un movimiento político para devolver Catalunya a la «centralidad», que aglutine a diferentes partidos y sectores socioeconómicos. Duran se ha pronunciado así durante el desayuno que anualmente organiza su partido en la comarca gerundense del Baix Empordà, donde ha estado acompañado por la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, y el conseller de Interior, Ramon Espadaler.

En su discurso a los militantes de UDC Duran ha evitado pronunciarse sobre el ‘caso Pujol' y lo ha dejado en manos de «los jueces». Duran i Lleida, quien ha reconocido que la confesión de Jordi Pujol afecta el proceso soberanista, aunque considera que no acaba «con la voluntad mayoritaria del pueblo de Catalunya», ha insistido en su voluntad de mantenerse en UDC y defender «su continuidad».

«Nunca iré a otro partido», ha reiterado, y ha subrayado la voluntad de su formación de que la política recupere la «sensibilidad» y ha recordado al respecto su reciente visita a un comedor social.
Bien común

El líder de UDC ha apostado por la «economía del bien común» y por que se reconozca «la personalidad nacional de Catalunya» desde un modelo de confederación. Sin embargo, Duran ha llegado a la conclusión de que ese camino su formación no puede recorrerlo en solitario y, de ahí, la propuesta de «reflexión abierta con otros sectores de la sociedad».

«Ya hemos comenzado a trabajar», ha dicho, y ha desvelado contactos «con gente militante socialista, de otros partidos, profesionales, empresarios comprometidos o gente que trabaja en las parroquias». De todos modos, el líder democristiano ha insistido en que esta «reflexión pública» que ha fechado a finales de noviembre no equivale a la constitución de una nueva formación.