Imagen de archivo de una furgoneta de la policía francesa. | Europa Press/Contacto/Vincent Isore - Archivo

Un hombre tiró a sus hijos, de dos y cinco años, por el balcón de un quinto piso y posteriormente se suicidó arrojándose por el mismo. Los hechos ocurrieron el pasado sábado, 6 de julio, en el distrito 14 de París, sobre las 20.30 horas.

Según el diario ‘Le Parisien’, se trataba de la casa del progenitor y el mismo medio indica que el hombre falleció en el mismo lugar, pero los hijos fueron ingresado en cuidados intensivos en estado grave. Las primeras hipótesis apuntan que los hechos ocurrieron tras una discusión en pareja. Un juez y representantes de la brigada de protección de menores trabajan ya en el caso.

A última hora de la tarde, según informa La Vanguardia a través de un periodista de AFP, en el lugar la policía francesa estableció un amplio perímetro de seguridad para permitir el paso a los residentes locales exclusivamente. Asimismo, se activó una unidad de emergencia médico-psicológica (CUMP).

«Es impactante, muchos de nosotros nos hemos quedado en shock», comentó una vecina del edificio donde vivía la familia, según las mismas fuentes. El periodista de la AFP detalló que una tienda de campaña blanca se instaló al pie del edificio y los agentes de policía trasladaron un cuerpo envuelto en una lona del mismo color

Dos testigos de los hechos apuntaron que los pequeños cayeron sobre el césped de la explanada, lugar donde en el momento se encontraban niños jugando. «Escuchamos ruidos, gritos», dijo una de las testigos, una restauradora que vive en una torre cercana, según La Vanguardia. «En ese momento vimos a alguien tirado en el suelo sobre el asfalto, un niño en el suelo, el segundo por ahí», continúa señalando la escena. «Es surrealista».

El hombre «estaba siempre sonriendo, cargaba a su pequeña hija en la espalda, nos vimos en el parque, nos saludábamos», confesó una joven de 19 años y apuntó que no «escuchó nada» de la discusión, según los medios citados. «Eso es realmente lo impactante: lo vimos sonreír, pero no sabíamos que detrás de sus sonrisas se escondía algo así», apostilló.