La coalición de izquierda Nuevo Frente Popular ha logrado 182 escaños en la Asamblea Nacional tras la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas celebradas este domingo, con lo que evita una mayoría del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, que logra 143 asientos y queda así en tercera posición, si bien ninguno de los partidos logra la mayoría absoluta de 289 diputados.
El segundo grupo en la cámara baja es para Juntos por la República, los partidos afines al actual presidente de Francia, Emmanuel Macron, que han conseguido 168 asientos en unos comicios marcados por una histórica participación que ha llegado a superar el 65 por ciento, una cifra sin precedentes desde 1997. Estos resultados suponen un vuelco con respecto a la primera vuelta, en la que Agrupación Nacional fue la formación más votada con más del 33 por ciento de apoyo.
Tras los resultados del 30 de junio, los partidos de izquierda y de centro pusieron en marcha un cordón sanitario para intentar impedir un gobierno de extrema derecha.
MÉLENCHON PIDE A MACRON UN GOBIERNO DEL FRENTE POPULAR
El líder del Nuevo Frente Popular, Jean-Luc Mélenchon, ha emplazado al presidente, Emmanuel Macron, a encargarles la formación de gobierno. Macron "tiene el deber de llamar al Nuevo Frente Popular a gobernar", ha afirmado Mélenchon ante sus simpatizantes reunidos en París.
"El primer ministro debe irse" y Macron "debe ceder y admitir esta derrota sin intentar eludirla de ningún modo". "El presidente tiene el poder, tiene el deber de convocar al Nuevo Frente Popular para gobernar", ha remachado el dirigente de izquierdas.
Poco después, el primer ministro francés, Gabriel Attal, ha anunciado desde el patio de la Palacio de Matignon, residencia oficial del jefe de Gobierno que presentará este mismo lunes su dimisión al presidente, Emmanuel Macron, "fiel a la tradición republicana".
Sin embargo, ha subrayado que el centrismo "está vivito y coleando" gracias a la "determinación" de sus representantes. "Hemos aguantado y tenemos tres veces más diputados que las estimaciones sugeridas al inicio de esta campaña", ha destacado en su discurso.
"ALIANZAS ANTINATURALES"
Por Agrupación Nacional, el primero en reaccionar ha sido su presidente, Jordan Bardella, quien ha criticado las alianzas políticas "antinaturales" que han dado la victoria al Nuevo Frente Popular.
"Esta tarde, estos acuerdos electorales arrojan a Francia en brazos de la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon", ha denunciado Bardella ante sus simpatizantes. Estas "alianzas políticas antinaturales" buscaban "impedir por todos los medios a los franceses elegir libremente una política diferente", ha apuntado. En ese sentido, ha destacado que su partido "está logrando hoy el avance más importante de toda su historia".
Ha reprochado así las "componendas electorales orquestadas desde El Elíseo entre un presidente de la República aislado y una extrema izquierda incendiaria" que "no llevarán al país a ninguna parte".
Bardella ha asegurado que su partido "encarna más que nunca la única alternancia" que se enfrenta al "partido único". Ha criticado en particular a Macron, quien "no se limitó a empujar al país hacia la incertidumbre y la inestabilidad", sino que además "priva a los franceses de toda respuesta a sus dificultades cotidianas durante muchos meses en medio de una crisis de poder adquisitivo".
"Mientras la inseguridad y el desorden golpean duramente al país, Francia se ve privada de una mayoría, de un gobierno que pueda actuar y, por tanto, de un rumbo claro para recuperar Francia", ha argumentado.
OTRAS OPCIONES
Volviendo a los resultados, los resultados publicados por el Ministerio del Interior francés, por detrás de las tres principales formaciones --Nuevo Frente Popular, Juntos por la República y Agrupación Nacional-- quedan Los Republicanos/derecha diversa no afines al partido de Le Pen (67 asientos), la izquierda diversa y disidentes del Nuevo Frente Popular (12 asientos) y el resto de asientos son para otros grupos.
Desgranado por partidos, Agrupación Nacional es la formación con más representantes (126). Otros 17 diputados serán legisladores de Los Republicanos afines al partido de Marine Le Pen. Sin embargo, en la alianza izquierda los escaños están más fracturados por formaciones políticas.
1 comentario
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Es la dicotomía a la que se enfrenta el votante de izquierdas en la Unión Europea. El hartazgo del ciudadano ante unas políticas sociales fallidas, procuradas por partidos burgueses de izquierdas, que ni resuelven ni lo pretenden, los problemas, y que lleva a la abstención ciudadana en los comicios. Y de esto siempre saca provecho la extrema derecha, que sube en votos. El votante de izquierdas se ve así, abocado a votar a unos administradores públicos que no le gustan, y que saben que no van a solucionar ningún problema, con tal de que no gobierne la extrema derecha, en la convicción, de que eso sería mucho peor. Harían bien los socialdemócratas en tomar buena nota y hacer la lectura correcta de lo que está pasando, porque se les está terminando el crédito. No se puede pedir para siempre, que se apuntale un edificio que amenaza ruina, si no hay un plan decidido para remodelar el edificio entero. La desconexión de los partidos de centro izquierda europea, con la realidad social, es enorme. Viven en una burbuja, donde se creen que las cosas son, como ellos las piensan, y la realidad, es, que desconocen totalmente lo que ocurre. Si el votante de izquierdas se queda en casa, harto ya de que esos partidos no solucionen sus problemas, la extrema derecha llegará al poder en Europa. Y en eso tienen razón... no será para mejor, será para peor. La extrema derecha vive de la ingenuidad y el desconocimiento de la Historia, de la mayor parte de la ciudadanía. Ese es un problema que se tendría que haber corregido con un buen sistema educativo. No sé cómo lo harán en Francia, pero desde luego en España, se dedica mucho más tiempo a dar lo que había en la península hace miles de años, que a dar lo que pasó hace menos de cien. De ahí que se termine idealizando cosas que se desconocen. Se creen que lo que se les dice es nuevo, que es una nueva vía, que ya no es ni derecha ni izquierda, sino algo nuevo. Sin saber que "eso", no es nuevo, sino igualmente "viejuno". La extrema derecha es profundamente nacionalista, misógina, machista, homófoba, xenófoba, y clericalista. Quien piense que esto es bueno para solucionar los problemas sociales, se equivoca de medio a medio. Pero los trabajadores, pueden llegar a ver en estas propuestas la solución. La Historia así lo enseña, pues estos partidos "disfrazan" sus postulados con palabras como "socialismo" y "obrero". Solo un replanteo correcto por parte de la socialdemocracia europea y de partidos con vocación de gobierno más a la izquierda de estos, que escuchen las peticiones de la clase obrera y estén en sintonía con sus problemas reales, puede cerrar el paso a la extrema derecha. De no ser así, Europa Occidental volverá a las andadas. Y luego... luego la culpa será del CHA-CHA-CHA.