"Tras varios trimestres de crecimiento mayor de lo esperado, la información recibida desde la reunión del pasado mes de marzo apunta a una cierta moderación", ha señalado Draghi en su comparecencia ante los medios tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que mantuvo sin cambios su política monetaria y el alcance de su programa de estímulos.
En este sentido, el banquero italiano ha explicado que los consejeros del BCE informaron sobre la situación en sus respectivos países, señalando que "todos experimentaron alguna moderación del crecimiento", añadiendo que, si bien esta moderación puede reflejar un paso atrás desde los elevados niveles anteriores, se prevé que el crecimiento siga siendo sólido y con una amplia base.
"Cierta normalización era esperable, en su mayor parte como consecuencia de factores temporales, como el frío, huelgas o la Semana Santa", ha apuntado.
De hecho, el presidente del BCE ha opinado que los riesgos que rodean las expectativas de crecimiento para la zona euro siguen estando en equilibrio y las principales amenazas a la baja se corresponden con factores externos de carácter global, "incluyendo la amenaza de un mayor proteccionismo".
De este modo, el máximo responsable de la política monetaria de la eurozona ha reiterado la necesidad de "intensificar sustancialmente" las reformas estructurales, con especial atención en los países donde la ratio de deuda es particularmente alta.
En cuanto a la evolución de la inflación, Draghi ha vuelto a recurrir a la fórmula de "prudencia, paciencia y persistencia" al referirse a la postura del BCE, subrayando que "un amplio grado de estímulo monetario sigue siendo necesario".
"La conclusión es de precaución atenuada por la misma confianza en que la convergencia de la inflación con nuestro objetivo sigue dependiendo de un amplio grado de acomodación monetaria", ha advertido.
DESPEDIDA DE VÍTOR CONSTANCIO.
Junto a la moderación de los datos macroeconómicos de la eurozona, el otro foco de atención en la Eurotorre ha sido la figura de Vítor Constancio, quien ha comparecido este jueves por última vez en rueda de prensa como vicepresidente del BCE, cargo que desde el próximo 1 de junio pasará a desempeñar el español Luis de Guindos, quien acompañará a Draghi en la comparecencia ante los medios prevista para el próximo 14 de junio en Riga.
De hecho, dejando a un lado el protocolo del BCE, el propio Draghi ha querido expresar su agradecimiento al banquero luso, con quien ha compartido la dirección del instituto emisor durante los últimos siete años. "Has sido fundamental en las decisiones que hemos tomado", ha afirmado el presidente del BCE.
En sus últimas declaraciones ante la prensa como vicepresidente, el banquero portugués ha destacado que dejará el cargo con la sensación de "trabajo casi completado", apuntando su expectativa de que la política monetaria en los próximos años sea menos emocionante de lo que era a su llegada al cargo en 2010, en plena crisis del euro.
En este sentido, Constancio ha señalado que la panoplia de medidas no convencionales desplegadas por el BCE desde entonces para afrontar la crisis han pasado a formar parte de la "caja de herramientas" del banco central.
"Tengo dudas de si será posible retornar a la anterior vida sencilla de la política monetaria", ha añadido Constancio, subrayando que las entidades de la zona euro están ahora "mucho mejor capitalizadas", por lo que el problema de los préstamos improductivos no representa una amenaza inmediata para la solvencia.
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