Este pasado lunes se volvió a emitir el programa, y Kimmel explicó que su esposa, Molly McNearney, dio a luz el pasado 21 de abril a su segundo hijo, Billy.
El presentador relató entre lágrimas, que su bebé nació con algunos problemas cardíacos y tuvo que ser intervenido de urgencia, con una operación a corazón abierto.
Durante el emotivo monólogo, Kimmel aprovechó para poner el dedo sobre un asunto que, desde la llegada de Donald Trump al poder, ha generado debate: el sistema de salud público estadounidense.
«Si tu bebé está a punto de morir, y no debería de suceder, el dinero no tendría por qué ser un factor determinante. Creo que no debe importar entre si se es republicano o demócrata o cualquier otra cosa, todos estamos de acuerdo con que no se debe arriesgar la vida del bebé», expresó Kimmel. «Esto no se trata de fútbol americano», y añadió: «No son equipos que se enfrentan. Nosotros somos un equipo, es el equipo de Estados Unidos. No permitamos que peleas partidistas dividan las opiniones que cualquier persona decente querría», puntualizó.
Kimmel también invitó a los telespectadores a hacer una donación al Children's Hospital de Los Ángeles (EE UU) para ayudar a todas aquellas familias que no pueden permitirse pagar una intervención de urgencia para salvar la vida de sus hijos.
El presentador dijo que su bebé se encuentra mejor y está recuperándose en casa. Agradeció el cariño de todos sus amigos y compañeros de trabajo que estuvieron atentos a todo el proceso.
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