«Alexéi Buchélnikov se encontraba en Siria como consultor militar ruso y tenía como misión formar al personal de las unidades de artillería de las tropas sirias. Durante unos ejercicios de instrucción de combate, la unidad fue atacada por un francotirador» y el coronel resultó herido de muerte, explicó la cartera rusa.
El jefe de la Dirección general de Operación del Estado Mayor de Rusia, el general Serguéi Rudskoi, reconoció la semana pasada que un grupo de consultores militares rusos participan en la preparación de las operaciones de combate del Ejército sirio, al que también surten de datos de inteligencia.
El pasado 20 de abril, otro oficial ruso, el mayor Serguéi Bodrov, murió en un ataque perpetrado por los yihadistas contra una guarnición de las fuerzas gubernamentales sirias.
Desde el inicio de la intervención rusa en Siria el 30 de septiembre de 2015, las autoridades rusas han informado de más de una treintena de bajas en las filas del Ejército.
Sin embargo, la prensa local ha indicado que, además de los militares caídos, ha muerto también en acciones de combate un número indeterminado de voluntarios y miembros de empresas privadas de seguridad subcontratadas por Moscú.
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