El arresto se produjo este martes, hacia las 17.00 hora local (15.00 GMT) en unas obras junto a la estación de metro Gare de l'Ouest de Molenbeek, donde crecieron o residieron parte de los yihadistas que atentaron en París y Bruselas, señaló un portavoz de la Fiscalía al diario local «Dernière Heure».
La policía se percató de que unos jóvenes jugaban con un extintor y al registrarles descubrieron que uno de ellos, de 14 años, tenía una mochila con material explosivo y una botella en la que podía leerse: «Allah Akbar» (Alá es grande).
Los agentes registraron a continuación el domicilio del chico y descubrieron más material para fabricar explosivos y, en su ordenador, búsquedas sobre «cómo fabricar una bomba», precisó el diario.
El joven argumentó que era aficionado a la química y a los videojuegos y de ahí su interés por aprender a fabricar bombas.
Los cuatro jóvenes fueron presentados ante la Fiscalía y tres de ellos, que no tenían expediente judicial, fueron puestos en libertad.
El cuarto, el adolescente cuya casa se registró, ha sido destinado a un centro de detención y aún no se ha decidido si se le imputa algún delito.
«El perfil del joven de 14 años es preocupante y es la razón por la que la fiscalía ha pedido su retención. Pero no está vinculado en absoluto a ninguna amenaza terrorista», declaró a «Dernière Heure» el portavoz de la Fiscalía de Bruselas, Ine Van Wymersch.
La misma fuente agregó que «se ha pedido su retención por posesión de substancias explosivas, en un contexto en el que el joven parece efectivamente perturbado por sus videojuegos».
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