Son multitud los hoteles que se han reformado, si bien aún quedan algunos, cada vez menos, que no han sido modernizados. Desde que finalizara la temporada de 2024 y durante los primeros meses de 2025 se han realizado numerosas reformas. Todavía hay algunas de ellas que no se han acabado. Algunas reformas integrales, como la del antiguo Mar i Pins de Peguera, ahora Aethos Mallorca, se prolongan durante más de un año. Las obras del antiguo Sur Mallorca, situado en la Colònia de Sant Jordi, también se han prolongado durante más de un año. Abrirá sus puertas este verano con el nombre de Iberostar Selection Es Trenc. También son numerosos los establecimientos en los que se llevan a cabo pequeñas obras de modernización de forma casi anual.
La política turística de los diferentes gobiernos ha condicionado en gran medida las reformas hoteleras. Durante el pasado 2024 entraron en el Consell de Mallorca y fueron validados un total de siete proyectos por un valor de 13,98 millones de euros. Los proyectos presentados no coinciden con las obras que se realizan, puesto que el inicio de las reformas nunca es inmediato, sino que es imprescindible la licencia municipal para poder comenzar los trabajos. De esta manera, la inmensa mayoría de las reformas hoteleras que se están realizando ahora son proyectos presentados años atrás. De hecho, algunas de estas obras cuentan con el paraguas de normativas que hoy ya no están vigente y que favorecían la realización de reformas y modernizaciones y que, incluso, permitían ampliaciones.
El gran impulso a las reformas hoteleras se produjo con la Ley 8/2012, aprobada por el Govern de Bauzá. Permitía en su disposición adicional cuarta el incremento de la edificabilidad en un 10% en establecimientos de menos de tres estrellas o llaves; del 15% si tenían tres estrellas o llaves, y del 20% para los hoteles y apartamentos de superior categoría. La normativa prolongaba su licencia durante cinco años, hasta julio de 2017. El Decreto Ley 1/2013, de medidas urgentes de carácter turístico y de impulso de las zonas turísticas maduras, pretendía fijar una serie de medidas que posibilitaran la inversión y la modernización de los establecimientos. La gran novedad fue que permitía también ampliar plazas a los establecimientos situados en una zona madura. En este sentido, permitía que los hoteles situados en la Platja de Palma, entonces la única zona madura de Mallorca, podían aumentar una o dos plantas, aunque establecía que no podrían sobrepasar las ocho alturas. La normativa tenía una licencia, inicialmente hasta julio de 2017.
Las elecciones autonómicas de 2015 provocaron la llegada de Francina Armengol a la presidencia del Govern. Gabriel Barceló (Més per Mallorca) ocupó el cargo de vicepresidente y conseller d’Innovació, Recerca i Turisme. El ejecutivo reorientó la política turística y en el Decreto Ley 1/2016, de medidas urgentes en materia urbanística, modificó la Ley 8/2012 del turismo. Eliminaba la posibilidad de destinar en zonas maduras el incremento de la edificabilidad a una o dos plantas adicionales, pero mantenía la posibilidad de incrementar la superficie edificada. Eliminaba también el incremento de plazas.
En julio de 2017 finalizaba la vigencia de la disposición adicional cuarta. La respuesta del Govern fue la ley 6/2017, de modificación de la ley 8/2012 del turismo. Fijaba en su disposición adicional tercera que los proyectos de modernización podrán contemplar la reordenación o reubicación de volúmenes existentes, el aprovechamiento del subsuelo para usos habitables excepto el de alojamiento. Dejaba claro que no podrían aumentarse las plazas en ningún caso. De igual manera, fijaba que la superficie edificada podría incrementarse un 10% como máximo. La vigencia era de tres años, hasta julio de 2020.
El Govern de Armengol impulsó la Ley 2/2020, de medidas urgentes y extraordinarias para el impulso de la actividad económica. Prohibe el incremento de plazas, aunque permite un incremento de la edificabilidad del 10%, que podrá ser del 15% si así lo decide la administración que ostenta la competencia de ordenación turística. Finalmente, la Ley 3/2022, impulsada por el conseller de Model Econòmic, Turisme i Treball Iago Negueruela, bajo la presidencia de Armengol, es más restrictiva con las reformas. Suspendió la posibilidad de adquirir nuevas plazas y, además, prevé que las reformas hoteleras que supongan un aumento de edificabilidad conlleven la obligación de suprimir un pequeño porcentaje de las plazas, que oscila entre el 1% y el 5%. La legislación estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2025.