El objetivo de esta aplicación es poder reconocer los signos de dolor de los pacientes con parálisis cerebral gracias al reconocimiento de sus expresiones faciales, «se ha investigando a través de diferentes marcadores, desde la saliva, el reconocimiento facial, electroencefalogramas. Aunque se ha apostado por el reconocimiento facial, puesto que es el más ágil, práctico y fácil de utilizar», explica el gerente de la Fundación Aspace, Jesús Hernando. La UIB ha estado desarrollando un software que «a través de redes neuronales de inteligencia artificial permite reconocer patrones de dolor en la cara de las personas, es decir, permite identificar el dolor a través del reconocimiento facial en personas con parálisis cerebral», cuenta Hernando.
Con la aplicación se busca que otras entidades y los cuidadores de personas con PC puedan utilizarla, en dicho sentido, el gerente narra que «la UIB nos transfiere esta investigación para poderlo implementar en una aplicación para móviles que estamos desarrollando». La aplicación está prevista que se publique en enero de 2026, «nuestro objetivo es que sea lo más sencilla posible. El cuidador de la persona con parálisis cerebral entrará en la aplicación y grabará un vídeo de cinco segundos de duración a la persona que intuye que puede estar teniendo dolor. El vídeo se enviará al servidor y se procesará y a través de patrones se analizará si puede estar sufriendo dolor o no y se dará una respuesta», añade Hernando.
Tanto para la UIB como para la Fundación Aspace el objetivo principal es que esta transferencia de conocimientos pueda generar un retorno positivo a la sociedad, por lo que todas las investigaciones se puedan aplicar en la vida cotidiana. También buscan poderlo abrir tanto al público nacional como internacional, ya que «si una persona no tiene siempre el mismo cuidador puede ser difícil detectar qué le esta pasando a esa persona y si sufre o no dolor. Por lo que detectar el dolor a tiempo hace que puedas tomar medidas paliativas inmediatas y esto hace que la calidad de vida de la persona mejore drásticamente», admite Hernando.
La Fundació Universitat-Empresa de les Illes Balears (FUEIB), a través de la Oficina de transferencia de resultados de Investigación (OTRI), es la encargada, entre otras cosas, de hacer el seguimiento de los proyectos de investigación desarrollados dentro de la UIB. En esta ocasión, ha ofrecido su apoyo en la valorización de los resultados de investigación para que puedan llegar al mercado, tanto en los aspectos relacionados con la protección intelectual de los resultados, en la gestión de las actividades de transferencia de estos resultados, como en el contrato de transferencia firmado con Aspace. «La UIB es una fuente de conocimiento y de investigación. Los convenios de colaboración tienen fechas, pero siempre trabajamos juntos. En la práctica la colaboración que tenemos con la UIB es a largo plazo y no tiene fecha de caducidad. De cada vez más estamos firmando más convenios y colaboramos en más proyectos», concluye Hernando.