Dune Baleares promueve los beneficios de hacer inmersiones, desde el ‘slowdiving’ o la apnea para una actividad que se puede practicar todo el año
La apnea es un tipo de inmersión que conecta con el mundo del silencio subacuático y con el que se aprenden técnicas de respiración muy útiles también para el día a día.
Dicen que Menorca está considerado un paraíso para los submarinistas donde cualquier rincón de la costa, se convierte en un espacio privilegiado para disfrutar del apasionante mundo submarino. Gracias a la pureza cristalina de sus aguas, a la diversidad de especies que lo habitan y a su espectacular fondo de arrecifes, cuevas y pecios, la Isla reúne todos los ingredientes para ser uno de los destinos subacuáticos con mayor potencial.
La experiencia cobra todavía más valor por el hecho de contar, además, con la reserva marina más grande del Mediterráneo cuyas cinco mil hectáreas de fondo marino ubicadas al norte de la Isla entre la bahía de Fornells y Cap Gros, son un verdadero tesoro. Uno de los centros de buceo que mejor las conoce es Dune Baleares, que desde 1999 promueve inmersiones y toda clase de actividades, poniendo de manifiesto que la Isla debería posicionarse como un destino de buceo para todo el año.
ACTIVIDAD. Philippe Taquin es socio y director gerente de la empresa desde 2018. Vinculado al mundo de las finanzas en su Bélgica natal, tomó la decisión de hacer de su pasión su trabajo y aprovechó hace siete años, de venir a vivir a la Isla para tomar las riendas de uno de los centros de buceo de referencia con más de 25 años de trayectoria. «Somos un grupo de buceadores apasionados por el mar y sobre todo por Menorca, y por eso, nos encanta llevar de la mano nuestros usuarios, ya sean buceadores, clientes o iniciación a descubrir la riqueza que tenemos debajo del mar», explica. «Tenemos un destino muy privilegiado para el buceo a todos los niveles, con unas aguas cristalinas que te permiten una visibilidad mínima de quince metros y en el mejor de los casos, de cuarenta. Hace unos años la revista italiana Siviaggia, clasificó a Menorca en su top mundial de lugares con el agua más cristalina», detalla.
El equipo humano de Dune Baleares en Fornells con Phillipe Taquin (tercero por la derecha) que dirige el centro de buceo desde 2018.
«Pero también me gusta recalcar que no son solo la gran cantidad de peces, sino también el paisaje rocoso de arcos, grietas, cuevas o prados de posidonia con los que te encuentras. Es maravilloso», añade. «La lástima es que no se está apostando con fuerza por este tipo de turismo como elemento que podría contribuir a desestacionalizar la Isla. Cuando aterrizas en el aeropuerto, solo te encuentras con imágenes impactantes de faros, de senderismo o de kayaks pero el buceo, no aparece», detalla. «La temperatura del mar en Menorca de junio a octubre está caliente y el resto del año, no baja más de 12 o 13 grados. Es perfectamente factible poder hacer inmersiones prácticamente durante todos los meses, incluso en enero si no hace viento u otras condiciones atmosféricas», subraya Taquin.
«A nosotros nos gusta hablar del concepto slowdivingcomo elemento que está íntimamente relacionado con la idiosincrasia de la Isla y que podría utilizarse como elemento promocional diferenciador», explica. «A principios de año, estuve visitando el Salón de la Plongeé Sous-Marine en Paris, el certamen internacional más importante de deportes de buceo, y me hubiera gustado haber visto una presencia menorquina», añade.
INMERSIÓN. En Dune Baleares cuentan con un equipo profesional de diez monitores, además de una amplia gama de equipos de buceo para dar cobertura a todos los niveles, desde iniciación hasta el nivel más alto, ya que incluso pueden llegar a formar instructores PADI porque Phillipe Taquin cuenta con la acreditación para poder hacerlo. Como especialistas en la materia, conciben el submarinismo como una actividad que va más allá de una simple inmersión, ya que, en si misma, lleva asociada toda una serie de beneficios de efecto mental y emocional, además del propio ejercicio físico, que contribuyen a reducir el estrés o la ansiedad, mejorando incluso la capacidad de concentración.
«Existen diversos estudios médicos que corroboran esta afirmación pero si lo piensas, ya de por sí es un deporte que en el momento en que la cabeza entra en el agua, te hace desconectar de tu día a día para entrar en contacto con la naturaleza, con los peces y con el paisaje acuático. Cuando bajas, estás enfocado en tu respiración y en una serie de gestos mecánicos para controlar, por ejemplo, el consumo de aire o el movimiento de tus compañeros», cuenta. «Es una muy buena terapia para reforzar la confianza en ti mismo porque a medida que la vas practicando, creces también interiormente al comprobar tu evolución», explica Taquin.
En la Reserva Marina del Norte hay gran cantidad de peces.
Finalmente hay, también, un componente de bienestar natural al conectarse a la naturaleza de un modo especial porque cada inmersión que hacen, es un paso a la protección del medio ambiente. «La protección empieza con la posidonia pero también con la zona que encontramos debajo del agua. Cada año nos emocionamos a hacer una limpieza de playa o de un sitio de buceo y somos vigilantes también de la polución del medio ambiente. Por ejemplo, cuando hay mucha tramontana eso atrae muchos plásticos. Cada vez que vamos al agua tenemos bolsas donde recuperamos todo este plástico», señala el gerente de Dune Baleares.
APNEA. Según Phillipe Taquin, Menorca también podría abrirse a una modalidad de inmersión muy practicada en el mundo que es la apnea, que conecta con el mundo del silencio subacuático y también con la práctica de unas técnicas de respiración muy ligadas a lo que hoy se conoce como el mindfulness. «He oído muchas veces que en la tierra hay más tiburones que debajo del mar cuya conclusión es que necesitamos poder protegernos para los embistes que vamos recibiendo. En este sentido, la apnea proporciona tres tipos de respiración, desde la energética para iniciar el día con fuerza, la de tranquilidad o reposo y la de aislamiento, para no estar en los extremos. Estas técnicas de respiración son muy útiles para la actividad pero también para el día a día», confirma.
Las inmersiones también sirven como herramienta para reforzar el teambuildingy por ello también reciben a grupos de empresas que, sin experiencia, llevan a cabo una actividad. «Generas mucho vínculo con el resto de apneistas porque es un trabajo de equipo, ya que todos están pendientes los unos de los otros, reforzando también la conexión social», señala. «Yo veo que mis alumnos acaban generando una comunidad y cuando se encuentran a otra persona que también le gusta el buceo, acaban hablando de la última inmersión. Ah! Y lo primero que hacen es poner su foto de buceador en WhatsApp cuando llegan a casa», concluye.