Margalida Ramis, directora general de Grupotel. | ARCHIVO

Margalida Ramis, CEO de Grupotel Hotels & Resorts, hace «un balance muy positivo de la temporada» y considera que «podemos destacar la alta ocupación, especialmente en los meses de marzo, abril, mayo y octubre, lo que ha generado un impacto muy relevante no solo para las empresas, sino también entre los trabajadores y el tejido comercial e industrial del entorno local». Para Ramis, «el aumento de la productividad es, sin duda, el gran reto pendiente del sector». El camino a recorrer pasa, según su opinión, por la modernización de las empresas, la digitalización y la sostenibilidad, a parte de la formación y la búsqueda del talento.

Se trata de generar mayor valor añadido, que repercuta en una mejora del bienestar de toda la sociedad. «Debemos entender que se trata de conseguir crear un valor más alto con nuestro trabajo, con nuestros recursos, con nuestros activos». Sobre la Mesa para el Pacto Social y Político por la Sostenibilidad huye de quienes tienen las conclusiones confeccionadas de antemano y espera un análisis riguroso y sosegado del resto de participantes. «Somos una comunidad pionera en turismo y en sostenibilidad y hay que saber adaptarse y reformularse, pero no podemos poner en riesgo nuestras fortalezas», afirma la CEO de Grupotel.

Sus propuestas a la Mesa son obvias, pero considera que no se aplican: «lucha contra la oferta ilegal de todo tipo, que es una lacra y resta competitividad; apuesta por la calidad y la excelencia en el turismo en toda la oferta, no solo la hotelera, sino también el alquiler reglado y toda la oferta complementaria y la retirada de del mercado de quien no cumpla, además de inversión pública en las infraestructuras necesarias básicas para la sostenibilidad, especialmente del ciclo del agua y energía». Desde su empresa afirman que «no podemos entender que haya racionamiento de agua en un ayuntamiento y no se prioricen absolutamente las inversiones en ese sentido».

Reconoce que las leyes que han propiciado la legalización y ampliación de la instalaciones hoteleras para mejorar los servicios han sido de una gran utilidad. Propugna que la Administración facilite el camino para la transformación de hoteles en instalaciones de usos residenciales o comerciales, según las prioridades que se establezcan y aboga por la eliminación de las plazas ilegales y la reconversión de las obsoletas. Desde su compañía apuestan por la economía circular como camino hacia una mayor competitividad y productividad, con empresas más sofisticadas, eficientes e inteligentes en la gestión. Y también con una Administración pública que trabaje de manera conjunta y en el mismo sentido.

En relación a los vehículos de alquiler considera que su limitación «es un recurso fácil, que todo el mundo compra», pero destaca que «en los atascos que se producen en la entrada de de la autopista entre las 8 y las 9 de la mañana no hay ningún coche de alquiler y que el inicio de los colegios empeora los atascos, pero sin turistas». Reclama grandes gestores para todo lo relacionado con la movilidad. La mejora del transporte público, además de las carreteras y los aparcamientos son los grandes retos que debemos afrontar. Hemos pasado casi de la nada en transporte público a ofrecerlo de manera gratuita, lo que ha provocado saturación e ineficiencia. No demoniza a los cruceros y pide, para que se puedan tomar las medidas oportunas, conocer el impacto económico real que originan en la ciudad. «Un ejercicio de transparencia sería necesario para la toma de decisiones de cara al futuro».

Respecto a la falta de trabajadores cualificados, explica que «este problema se ha agravado por varios factores y uno de ellos es la carestía y escasez de la vivienda, pero no es el único motivo». Lo que sí ha provocado es que muchos trabajadores hayan dejado de venir desde la Península a trabajar en las islas. «El sistema de formación profesional no se ha enfocado en las necesidades de la economía ni del turismo». En algunos de sus establecimientos sí ofrecen alojamiento a sus empleados, sobre todo para el personal que viene de fuera y «para los que únicamente es viable trabajar si se lo ofrecemos». Sobre las manifestaciones contra la masificación turística, se muestra «muy preocupada. Se han mezclado conceptos como la dificultad de los jóvenes para acceder a la vivienda y las carencias del sector primarios y se ha culpado al turismo de todo ello». Recuerda lo que sufrimos con la pandemia y cómo esta nos mostró en qué se sustenta nuestra economía y «que somos muchos más los que trabajamos y valoramos la aportación del turismo a la sociedad mallorquina».