Fomento y consolidación del trabajo autónomo

José María Gilgado26/09/24 11:12

Convertirse en «freelance», o lo que es lo mismo, trabajador independiente o autónomo, está en auge. Las dinámicas del mercado laboral han cambiado: ya no es necesario un espacio fijo de trabajo, se puede trabajar desde cualquier lugar con acceso a internet. Además, las empresas prefieren cada vez más la subcontratación u outsourcing para ciertos servicios o procesos y convertir costes fijos en variables. En este contexto, los autónomos destacan por su creatividad, compromiso y eficiencia, al trabajar por objetivos y no estar atados a una relación laboral permanente. La confianza entre cliente y proveedor se construye a base de horas invertidas y resultados obtenidos.

Sin embargo el autónomo se enfrenta a importantes desafíos. Esta figura jurídica sigue en desventaja frente al trabajador asalariado en aspectos como las prestaciones por desempleo, conciliación familiar, incapacidad temporal o jubilación. Además, la carga fiscal es considerablemente alta comparada con la de otros países europeos. A esto se suma el peso psicológico: un autónomo es responsable de sus deudas con su patrimonio presente y futuro, lo que implica un riesgo importante si las cosas no funcionan como deberían.

En las Illes Balears los trabajadores autónomos representan un segmento importante dentro de su estructura económica y empresarial, en el primer semestre del año subió la afiliación de los mismos un 2,5%, y ya suponen un 16,3% del total de trabajadores. Para fomentar el trabajo autónomo y ayudar en los primeros meses de actividad, el Govern dispone de unas ayudas que cubren el 100 por cien de la contribución a la seguridad social durante los dos primeros años de actividad y la mitad en el tercero. Y para los autónomos consolidados, existen otras ayudas de hasta 3.000 euros organizadas en cuatro áreas clave: innovación y digitalización, gestión estratégica y financiera, sostenibilidad y responsabilidad social, e inversiones para mejorar la competitividad. Estas ayudas complementan la «cuota cero» para nuevos autónomos, ofreciendo así apoyo tanto a quienes están iniciando su actividad como a aquellos con proyectos más establecidos.