La macroeconomía es probablemente la rama de la ciencia económica que más se ha desarrollado en los últimos años. Sin embargo, en Balears, el estudio del patrón de crecimiento balear o las fluctuaciones que experimenta el ciclo económico, así como otras cuestiones macroeconómicas de gran interés como la competitividad regional, tienen lugar en un contexto caracterizado por la escasez de instituciones que abordan los problemas agregados de la economía balear.

En este escenario, la labor que está realizando la Fundación Impulsa Balears merece ser destacada. Primero, porque parte del compromiso de la empresa privada de dar un servicio a la sociedad, diferente del relacionado con su actividad productiva. Segundo, porque su labor de análisis se orienta a dar solución a problemas existentes. Y tercero, porque el trabajo realizado ha mejorado con creces la información económica disponible, en un contexto de escasez también de datos estadísticos.

Ello ha sido posible gracias, al despliegue de una agenda de investigación económica, que partiendo de la observación de la realidad y su caracterización empírica, se ha orientado al desarrollo de nuevo instrumental analítico y a la incorporación de datos microeconómicos en el seno de un proceso iterativo en el que se refinan constantemente las formulaciones de modelos y marcos de referencia y se engordan las bases de datos disponibles a escala regional e insular.

Todo ello ha permitido, además, encajar en el análisis económico regional los hechos más importantes que han afectado a la evolución económica global, como la crisis financiera de 2008, la Gran Recesión de la década de 2010 y la pandemia del COVID-19, y que han repercutido de forma muy importante sobre la evolución de las variables agregadas.

Con todo, esta orientación al análisis macroecononómico no es en absoluto fortuita, pues responde a la necesidad y voluntad de la Fundación de dar coherencia y significación a la base de conocimiento estratégico necesaria para que los agentes regionales puedan proceder, desde sus respectivos ámbitos de actuación, a formular para Balears una propuesta de valor única, diferenciada y sostenible que reoriente los recursos, tanto públicos como privados, en torno a una visión de futuro que tienda a la excelencia.

Se trata, en definitiva, de superar la eclosión de propuestas y medidas aisladas y dispersas y avanzar hacia una estrategia de competitividad global, alineando a los actores decisores en torno a la situación de partida del archipiélago y los riesgos y oportunidades que emanan de un escenario mundial altamente globalizado, cambiante y, por consiguiente, complejo.