Dezcallar mantuvo el interés del auditorio en todo momento. | miquel angel canellas

El diplomático y exdirector del Centro Nacional de Inteligencia, Jorge Dezcallar, empezó su presentación titulada ‘Un mundo en cambio acelerado’ haciendo referencia a Lenin. «Hay décadas en las que no ocurre nada y hay semanas en las que ocurren décadas», la frase que «se le atribuye a él, aunque no se sabe si la dijo o no» para comparar la velocidad del paso del tiempo. Dezcallar expuso las cuatro grandes revoluciones que «se están produciendo simultáneamente» y que nombró como la tecnológica, la del BIT, la genética y la demográfica, y que se enmarcan en la incertidumbre de las elecciones de Estados Unidos, las dudas de Europa sobre su propio futuro y las exigencias del ‘Sur Global’ en cuanto al nuevo reparto del poder mundial.

De este modo, el exdirector del CNI admitió que «las cuatro revoluciones juntas tienen un gran efecto multiplicador». Las comparó con que «el polvo que levanta el galope hace que no podamos ver lo que sucede alrededor. Esto tiene un gran impacto». Dezcallar, siguiendo con el hilo conductor iniciado por Mónica Calzetta, explicó que «se dice que el ajedrez se inventó en la India. Cada cambio de casilla que se produce tiene un cambio cualitativo y cuantitativo. Esto en el ámbito internacional significa que estamos en el fin de una época histórica». Además, añadió que la inteligencia artificial es un nuevo elemento en el tablero de juego que «asusta hasta a sus propios creadores. Es necesario que se regule, pero sin impedir su progreso».

«Europa se busca a sí misma», así lo declaró Dezcallar, a lo que añadió que ahora mismo la Unión Europea «no puede operar en conflictos como el de Gaza, puesto que no hay una política exterior común». Además remarcó que «ahora habrá países en el que no estarán de acuerdo con el reparto de poderes que hubo». Por otro lado, Dezcallar hizo referencia a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) a las se está uniendo y a las que él mismo integra en el «Sur Global» que reclaman un predominio en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en base a su poder económico, demográfico, industrial o militar. Asimismo añadió que «hoy no se podría aprobar la Declaración Universal de Derechos Humanos, puesto que estamos en un mundo muy diverso».
Finalizó con que «vamos a pasar a un mundo bipolar entre China y Estados Unidos y en el que habrá desconfianza y proteccionismo». Dezcallar concluyó con que «Churchill decía que cada día tenía 10 ideas, de las cuales una de ellas era buena, pero no sabía cual era, esto es lo mismo».