La intervención de Antoni Riera fue pedagógica y entretenida. | miquel angel canellas

El catedrático y director de la Fundació Impulsa aceptó el reto y continuó con la partida. Antoni Riera empezó su intervención explicando una anécdota que le había pasado hace ya más dos años, concretamente el 24 de febrero de 2022, cuando se inició el conflicto de Ucrania. Ese mismo día contestó al primer periodista que le preguntó sobre el enfrentamiento asegurando que «la guerra será corta». No tardó mucho hasta que el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, le contradijera.

Riera explicó que tuvo entonces numerosas dudas sobre el marco geopolítico global y toda aquella información que desconocía. Riera, después de mucho tiempo, encontró la respuesta que afirmó que «las preguntas parecían tan obvias, estaban cambiando las cosas, estábamos ante un cambio de paradigma, como si la economía que habíamos conocido hasta el momento cambiase. Este cambio de paradigma no era una mala noticia, porque siempre han sucedido y han cambiado la función de nuestro mundo». Riera admitió que, sin ser consciente, las reglas del juego «estaban en pleno proceso de metamorfosis». Ahora «el neomercantilismo es ese nuevo paradigma hacia el que avanza el mundo que conocemos», añadió.

Riera continuó su intervención haciendo un recorrido histórico por estas reglas del juego, pasó por el keynesianismo, pasando por Margaret Thatcher y terminando con Angela Merkel, siendo «la protagonista de un mundo de la mano del neoliberalismo y Europa de forma muy particular, puesto que vivía en un momento de una fuerte interrelación y con un gran crecimiento de la economía global».
«Durante más de 30 años hemos vivido bajo el paradigma del neoliberalismo, pero hoy se está cuestionando». Riera añadió que «el mundo hoy está abrazando el neomercantilismo, no es nuevo, es un paradigma transversal que han aplicado históricamente tanto derechas como izquierdas y que consiste fundamentalmente en utilizar la política comercial no para abrirse o hacer más socios, sino para protegerse del vecino, del competidor. Y concluyó con que «Europa se está redefiniendo. La pregunta ahora es cómo cambiarán nuestras vidas».