La situación macroeconómica preocupa a los inversores, prueba de ello es que la primera pregunta del consultorio de este mes cuestionó la posibilidad de una próxima recesión.

El mismo enunciado de la pregunta daba una pista: la curva de tipos. Esta representa gráficamente la rentabilidad de la deuda emitida por un mismo emisor a diferentes plazos. Como es lógico, cuanto más tarda en devolverse la deuda, más debe pagar el emisor: a más tiempo, más riesgo y más coste de oportunidad (mientras se está invertido en un activo no se puede invertir ese mismo dinero en otro aun siendo más rentable), por lo tanto más intereses exigirá el acreedor.

Históricamente cuando se produce una distorsión, es decir, cuando la curva se aplana o se invierta (se paga más rentabilidad a plazos más cortos que la que se paga a largos) es preludio de una recesión.
Actualmente la deuda americana plasma una curva de tipos plana a plazos superiores a 3 años y se invierte a 10; no así en Europa.

Dicho de una forma simplona, haciendo caso al pensamiento del mercado Estados Unidos puede verse inmerso en una desaceleración a partir de 2025-2026.

A pesar de ello, el ciclo económico americano está mucho más avanzado que en Europa: inflación subyacente que ha podido compensar la subida de precios energéticos, pleno empleo y subida de salarios similares a la inflación.

Puede ser que este mejor ciclo marque que también se llegará antes a momentos delicados, pero también es cierto que el mercado de deuda lleva actuando de forma irracional en los últimos años. También lo es que el entorno macro es solo un factor más a tener en cuenta cuando se invierte en bolsa: al hacerlo se compran empresas que sus resultados y perspectivas ya integran los datos y previsiones macroeconómicas de las zonas donde opera.

El activo de moda de las últimas semanas, el bitcoin, fue fruto de una doble pregunta: es difícil valorar un activo como este: demasiada volatilidad, falta de datos y una especulación brutal dificultan cualquier tipo de análisis.

Sí es más simple hacer un análisis técnico sencillo, y el soporte de 27.400 es clave para su futuro. También se insistió que, además del riesgo de precio, existe el de plataforma: se trata de un mercado no regulado.

En este sentido, se mostró cómo se han desplomado las acciones de Coinbase, una de las plataformas más grandes de criptoactivos, por rumores a una solicitud de quiebra.
En cuanto a acciones, destaca la situación de IAG, que ha perdido el soporte de 1,62, posiblemente por las informaciones de una posible nueva ampliación de capital ni mucho menos confirmada, a pesar de tener un descuento muy elevado sobre el precio medio de consenso de los analistas.
La última pregunta fue sobre fondos de inversión, se pudo aprovechar para explicar que un inversor no debe invertir en un único fondo, y que los que elija deben ir acorde a las inversiones previas, al plazo que puede tener el dinero «inmovilizado», los conocimientos que tiene y cómo le afectan emocionalmente las variaciones de la cartera de inversión.

El próximo consultorio será el día 13 de junio y la inscripción se hace a través de la web corredordefondos.com.