En la tienda se sirven productos de limpieza a granel, que además son biodegradables. | Daniel Espinosa

Irene Carrasco trabajaba en el aeropuerto de Eivissa. El año pasado empezó a rondarle por la cabeza la idea de montar un negocio relacionado con el consumo responsable. “Te cansas de ver la cantidad de plásticos que usamos. Cuando vas a tirar la basura ves la cantidad de plástico innecesario que utilizamos. Tengo un niño y pienso en su futuro”, explica Carrasco, quien ya el verano pasado se lanzó a montar una empresa de venta de productos de limpieza a granel e higiene.

Se estuvo informando en internet y comprobó que “la mayoría de estos negocios eran franquicias. Me estuve informando y con la que decidí firmar me engañó. A punto de firmar el contrato se lo enseñé a mi abogado y comprobaron que el titular del contrato era una persona ficticia; tú pagabas la mitad de la franquicia y la otra mitad supuestamente cuando ya estaba montada. Era una franquicia que funcionaba, que tenía tiendas físicas y presencia online. Algunas tiendas de las que ya estaban abiertas empezaron a denunciarle y lo que buscaban era gente nueva para abrir tiendas para que les diesen la mitad de la cantidad y luego no montarla. Lo que resultó que iba a ser un negocio que podía montar en un par de meses se alargó”, relata la propietaria de Biosmell Ibiza.

Tras esta mala experiencia decidió lanzarse sola a abrir su pequeño negocio en la calle Abad y Lasierra en Eivissa ciudad (Vila). Un proceso en el cual pidió consejo a personas que trabajan con este mismo tipo de negocio en la Península. “Un chico de una de la franquicia con la que iba a firmar me recomendó que no lo hiciera; este chico me aconsejó en cuanto a proveedores y también me he documentado mucho en internet sobre este tipo de negocio”, precisa Carrasco, quien reconoce que lo más complicado de lanzarse al mundo empresarial con un negocio propio ha sido, precisamente, la inexperiencia.

Finalmente, dieron forma a lo que antes era un almacén de un restaurante para convertirlo en la primera tienda en Eivissa de venta de productos de limpieza e higiene a granel y abrieron sus puertas en enero de este año. “Buscábamos el equilibrio entre el reducir el plástico que consumimos a diario y que los productos que vendemos sean respetuosos con las personas y con el medio ambiente”, precisa.

De hecho, la propietaria de esta empresa afirma que “reciclar es y sigue siendo importante, pero más importante aún es reducir al máximo en general; no solo en plásticos. Consumimos muchas cosas que son innecesarias. Hay que pensar antes de consumir”.

PRODUCTOS. En esta tienda se pueden encontrar detergentes para la ropa y suavizantes, bicarbonato, jabón en escamas para quien quiera hacer su propio detergente, blanqueadores de ropa o nueces de lavado, entre otros productos.

“Luego tenemos también todo lo que son productos de limpieza del hogar, como fregasuelos, multiusos, antical, desengrasane, lavavajillas a granel. En higiene personal tenemos geles, champús, copas menstruales, compresas de tela. Tambien pajitas de acero inoxidable, cepillos de dientes de bambú, bolsas de algodón para la fruta o bien de rejilla”, explica.

La propietaria de Biosmell Ibiza afirma que todos los productos son biodegradables y añade que “todo lo que son productos de limpieza y detergentes no tienen entre sus ingredientes el petróleo, que lo encuentras en el 90% de estos productos del supermercado; no trabajan con lejías ni amoniacos ni nada que pueda dañar el medioambiente. Además de no contaminar el medio ambiente, tú reduces tóxicos en tu piel porque el gel de baño te lo pones directamente sobre la piel, pero el detergente tiene sustancias que se quedan en la ropa y luego tú te pones la ropa; es todo mucho más natural y, de hecho, a la gente que tiene alergias les va muy bien estos productos”.

De hecho, entre sus productos más vendidos se encuentra el detergente para lavar la ropa. Para concienciar sobre la importancia de reducir plásticos, en Biosmell Ibiza se pueden encontrar envases reciclados para llenarlos del detergente que se acaba de comprar o bien el cliente puede ir con sus propios envases a comprar. En este sentido, en la calle tienen una cesta en la que las personas pueden dejar sus envases ya usados para darles una nueva vida.

“Hay personas que trabajan en empresas de limpieza y gente que pasa por la calle que, antes de tirar los envases al contenedor, nos lo dan a nosotros. Yo los lavo en casa y los pongo en una cestita en la tienda para que puedan volver a ser usados. Hay gente que no quiere envases reutilizados y trae los suyos propios y para quien no quiera ninguna de estas dos opciones, tengo una cajita con envases de fábrica que los vendo y hay quien compra estos envases y luego ya viene siempre con el mismo. Todas las opciones son válidas”, precisa la propietaria de este negocio.

ACEPTACIÓN. Esta innovadora idea empresarial ha sido muy bien recibida en Eivissa y ha generado sorpresa y curiosidad a partes iguales. “Hay mucha gente que siente curiosidad. Hay quien no se ha parado a pensar en el daño que estamos haciendo todos al planeta y ven el negocio y se dan cuenta de que hay otras opciones responsables. Hay mucha gente que también viene, pregunta cómo funciona y a los dos o tres días vuelven con sus botes. La gente por lo general está muy receptiva”.

Esto genera un feedback muy positivo con el cliente ya que Biosmell Ibiza está continuamente adaptándose a sus necesidades, sugerencias y demandas. Así, próximamente tiene pensado ampliar la línea de productos con vajillas biodegradables, bolsas de basura también biodegradables e incorporar aceites vegetales, como de almendras o hipérico.

Si bien ella está al frente del negocio, Irene Carrasco recibe el apoyo de toda su familia. De hecho, su marido Juanjo López se encarga del reparto a domicilio a partir de 25 euros. Además, sirven sus productos a otros negocios, como hoteles y guarderías.

Sobre si falta concienciación ambiental, la dueña de Biosmell Ibiza apunta que quienes acuden a su negocio, por lo general, están convencidos del cambio que supone en los hábitos de consumo.

“Hay mucha gente que prefiere pagar un euro más y tener la conciencia tranquila y saber que consume cosas naturales que no le dañan y que no perjudican al medio ambiente. También hay quien viene y dice que le cuesta más barato en el supermercado y se va. Los productos que tenemos nosotros tienen los precios ajustados al máximo”, apunta.

Irene Carrasco hace un llamamiento a la reflexión interna y personal sobre el consumo actual. “Hay que ser un poco más consciente de lo que se compra. Hay que leer las etiquetas siempre porque el aluminio, por ejemplo, es cancerígeno y está en muchos de los productos que compramos, al igual que el petróleo”.

Entre sus planes de futuro se encuentra seguir ampliando su oferta de productos y montar una tienda online. “También me gustaría abrir tiendas en otros pueblos de Eivissa, pero esto es más a medio plazo y, quizá, expandirme al resto de Balears, pero esto también es más a medio y largo plazo”, reflexiona la empresaria.