Miquel Coll Crespí, presidente de Apaema, en el olivar ecológico que tiene en Santa Eugènia

Miquel Coll es el presidente de la Associació de la Producció Agrària Ecològica de Mallorca (Apaema), que agrupa a 326 productores ‘eco' de la isla. Su finalidad es divulgar y promover la agricultura ecológica. Entre sus prestaciones, asesoran a sus socios y a las administraciones o entidades que lo piden. Tienen cinco personas en plantilla entre técnicos y administrativos. Este año organizarán 41 cursos, de los que ya se han impartido unos cuantos y también pondrán en marcha un obrador vegetal en Binissalem. El año pasado impulsaron una Agrupación de Defensa Vegetal (ADV) ecológica que junta a 23 productores.

¿Los productos son más caros porque cuesta más producirlos?
La producción en ecológico es más cara pero en este cálculo no se tiene en cuenta el impacto de la agricultura convencional sobre el medio ambiente. Dicho esto, cada vez somos más competitivos.

¿Qué productos tienen mayor demanda y cuáles son los más difíciles de producir en ecológico?
En frutas y verduras hay más demanda que oferta, y también crece la demanda de todo tipo de carne ecológica. Hay cadenas hoteleras interesadas a las que no podemos abastecer. Respecto a la producción, todo tiene su complicación, unos cultivos presentan unas dificultades y otros otras. Tal vez los de huerta y la fruta dulce sean de los más difíciles porque son intensivos en consumo de nutrientes y tenemos dificultades para conseguir estiércol, que tiene que ser de granjas ecológicos o hay que comprarlo. La ganadería ecológica también, por la extensión necesaria y por la falta de fincas para pasto.

Estar cerfificado como ecológico es obligatorio pero tiene unos costes, ¿son asumibles?
Diría que el CBPAE es la certificadora más barata de España.

¿Cómo afecta el turismo a la agricultura ecológica?
El turismo supone una presión muy fuerte para el territorio y ello afecta al sector agrario, ya sea ecológico o no, porque tenemos que pagar las fincas a precio de solar. Hay que reconocer más la labor del pagès en la conservación del territorio y del paisaje y facilitar que pueda desarrollar su labor. Ahora bien, el hecho de ser una isla turística nos permite dar una visibilidad a nuestros productos que de otra manera sería mucho más difícil. Para sectores como el vino, el aceite y otros, ha supuesto un impulso muy importante y nos permite defender nuestros productos de manera digna. Hay que buscar un equilibrio.

¿La agricultura ecológica vive un momento dulce?
Cada vez hay más gente preocupada por la alimentación, y se vive un buen momento porque cada vez hay más demanda. Pero también son los productores los que cada vez están más concienciados con la conservación del territorio, en no contaminar y en producir de manera sostenible. Para muchos la producción ‘eco' es una cuestión de principios, tiene una parte de militancia.