Cada año, después del veintidós de diciembre, numerosos políticos y periodistas enferman con el síndrome de San Ildefonso, que los niños, que se ponen más contentos cuantos más millones cantan, son capaces de contagiar sin necesidad de contacto físico.

Desde hace muchos años el sector más tocado es el turístico. Hay afectados en todas las comunidades, pero los casos más graves se dan el Mediterráneo y en las islas. Este año el síndrome es fuerte y está produciendo, en algunos casos, fiebres altas con alucinaciones. La más recurrente y también la más grave es la de que España como país turístico va a pasar a Estados Unidos, lo que nos convertiría en segunda potencia mundial, después de Francia.

Cuando remita la fiebre, los afectados recordarán el dicho de que las comparaciones son odiosas y se prometerán no volver a escribir mientras duren los efectos del síndrome. Pero será inútil, en el año que empieza y después del 22 del mes final volverá el síndrome, como la gripe, pero con peores efectos. Y es que comparar a España con Estados Unidos como potencia turística es un disparate. Los turistas extranjeros en USA lo son de verdad, es decir han entrado al país con un visado de turista. No están contados los viajes profesionales laborales o de estudios. Aquí contabilizamos a todos los que cruzan la frontera y se quedan más de una noche. Las estancias duran allí más del doble que aquí y el gasto por turista es tres veces superior.Las compañías aéreas americanas transportan a un porcentaje mayor que las nuestras de los que llegan al destino y cobran de media cuatro veces más por viaje.

Según la US Travel Assotiation los norteamericanos realizaron el pasado año dos mil quinientos millones de viajes dentro de su propio país, incluidos ocio y negocio, con un gasto de más de un billón de dólares. El turismo es la primera, segunda o tercera industria en treinta estados y da empleo directo a casi nueve millones, e indirecto a otros tantos. Allí les importa poco que el turista sea nacional o extranjero puesto que los dólares que usan son iguales.

Comparaciones innecesarias puesto que el año que ha finalizado ha sido bueno en todos los apartados. ¿Qué más da si pasamos o dejamos de pasar a Estados Unidos?