Los restauradores y comerciantes abogan por un turismo de calidad que gaste fuera del hotel, como en esta animada terraza de la Plaça de Cort. | Julián Aguirre

Las asociaciones de comercio, restauración y ocio que representan la oferta especializada o complementaria muestran inquietud por el debate generado en torno a la cantidad y calidad de los turistas que han visitado las Islas este año. Niegan que haya masificación, sino problemas puntuales, y creen que hay que seguir trabajando para desestacionalizar el turismo.

Carmen Planas, presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), considera que “hay que valorar el esfuerzo acometido por muchas empresas de comercio, restauración, ocio y toda la oferta complementaria en general por crear empleo y modernizar su oferta para adaptarse a las demandas cambiantes de los ciudadanos de Balears y de los turistas”.

Desde Afedeco, su presidente Rafael Ballester cree que no se puede hablar de masificación. “Ha llegado mucha gente, y puede haber algunas zonas de Palma donde puntualmente haya habido sensación de masificación, pero no estamos de acuerdo con este discurso derrotista. El turismo es nuestro modelo y tenemos que cuidarlo y desde Afedeco hacemos bandera de la desestacionalización, creemos que el futuro pasa por apostar por la calidad y complementar el modelo de sol y playa por otros como el deporte”, añade. Opina que hay poco que hacer en cuanto a la llegada de cruceros a Palma en el mismo día, y que el problema se solucionaría en gran parte si se repartieran por la ciudad. Es partidario del alquiler vacacional: “Para el comercio y la restauración ha sido muy bueno el alquiler vacacional, porque gastan más que los que se hospedan en hoteles, pero no vale todo y hay que ordenar la oferta y establecer requisitos de calidad”.

Alfonso Robledo, presidente de la Asociación de Restauración de Mallorca, tampoco ve la masificación. De hecho, asegura que “hay zonas donde la temporada no ha sido mejor que en otros años”. “En el interior de Mallorca no han notado mucha subida. Y en Palma, si hay saturación, son dos manzanas”, explica, y añade que el Govern tendría que saber cuál es el tope de turistas y de coches que podemos sostener. Respecto a las terrazas de Palma, objeto de polémica durante el último año, pide no reducir las que ya están otorgadas y que todos los partidos políticos estén en la mesa de trabajo para modificar la ordenanza de las terrazas, porque “cada cuatro años cambian la normativa y hacemos inversiones que luego no podemos amortizar”.

Bernat Coll, presidente de Pimeco, cree que no se puede hablar de saturación y se muestra partidario del alquiler vacacional en pisos, siempre que sea una actividad legal y declarada, porque con esta actividad “hemos ganado todos” y los pueblos de interior y sus comercios y restaurantes también se han visto beneficiados. Cree que tiene que limitarse la entrada de coches en determinadas zonas y considera que la situación podría corregirse con una buena red de transporte público. En cuanto a Palma, la saturación se concentra en algunas calles porque “aunque los redistribuyas y lleguen por distintas vías, al final todos acaban en la Seu”, por lo que considera necesario fomentar iconos diferentes que puedan captar la atención de los cruceristas”, opina. Se opone al decrecimiento en número de turistas y considera que hay que seguir apostando por productos turísticos desestacionalizadores y de calidad, como el cicloturismo o las actividades culturales en invierno.

Por contra, Tolo Servera, presidente de la Asociación de Distribuidores de Bebidas, Alimentación y Limpieza de Mallorca, cree que no debería legalizarse el alquiler vacacional en viviendas plurifamiliares “de ninguna manera” porque no se deben mezclar los usos del suelo. Servera considera “una irresponsabilidad” algunas opiniones que ponen en cuestión el turismo: “Los que dicen que sobran los turistas no saben de qué hablan, porque no vivimos de otra cosa. Tampoco es cierto que falte agua, porque para empezar la red pierde casi la mitad”, razona. Considera que decrecer “ni se puede plantear” y que “solo faltaría que no estuviéramos dispuestos a estar un poco estrechos” en los meses punta, y lo compara con las estaciones de esquí, que se llenan hasta la bandera porque la actividad solo dura unos meses. “A los que crean que sobran los turistas, les preguntaría a qué parte de sus ingresos están dispuestos a renunciar”, concluye.

Antonio González es el presidente de la Asociación Mallorquina de Atracciones Turísticas (AMAT). Es contrario a la ecotasa porque, afirma, disminuye el poder adquisitivo de los turistas. Su gran batalla es el todo incluido, ya que considera que “el turista que no sale del hotel es imposible de fidelizar”. Cree difícil limitar el número de coches de alquiler dado que “si queremos que conozcan la isla, tienen que ir en coche”. Es partidario de crear más líneas de autobuses desde Palma hacia las zonas turísticas y crear parkings disuasorios. Respecto al alquiler vacacional, considera que es “un tema controvertido pero no tenenemos que matar ningún tipo de turismo”. Está de acuerdo con la afirmación de que los beneficios del turismo se reparten cada vez menos entre la sociedad: “Solo se ha promocionado el sol y la playa, no hemos promocionado nuestro comercio, restauración, parques temáticos, ocio nocturno, etc. y los touroperadores se llevan parte de los beneficios. Hace falta que se distribuyan y repartan de manera equitativa los ingresos del turismo entre toda la oferta”, sostiene.

Alfonso Rojo pertenece al sector de los mayoristas de la alimentación y es presidente de la Federació de la Petita i Mitjana Empresa d’Eivissa i Formentera (PIMEEF). Considera que la temporada ha sido buena y que se ha conseguido alargar tanto en el inicio como en el final gracias a una apuesta de los empresarios por reposicionar y mejorar la oferta de calidad -que no de lujo, advierte-. Niega que haya saturación en Eivissa y Formentera pero sí admite un exceso de alquiler de vehículos porque “no hay control sobre las empresas de fuera que vienen”, y problemas con el mercado de alquiler debido a “mafias que copan la oferta para realquilar”. Indica que el reto pendiente es la desestacionalización: “Si conseguimos que haya conexiones aéreas habrá turistas, pero sin aviones no se puede desestacionalizar”.

José L. Benítez, de Ocio de Ibiza, coincide exactamente con la radiografía del turismo en Eivissa que hace Rojo. “Eivissa está tocada con una varita mágica mundialmente, el éxito parece innato, pero tenemos que cuidar al turista y reeducarlo porque no tenemos nada más”, afirma, y añade que hay mucho tráfico pero no ha visto más gente que en otros años. Se opone al alquiler vacacional en residencial y cree necesario apostar por la conectividad aérea en invierno y los parkings disuasorios.

Vicente Cajuso es el presidente de la Asociación de Comerciantes de Menorca (Ascome). El principal problema que atisba también es la acusada estacionalidad: “La temporada es cada vez más corta, antes empezaba en abril y ahora a mediados de mayo y hasta septiembre. No sé si por falta de rentabilidad, porque no es suficientemente atractiva o porque hay destinos más competitivos. También ahora en Inglaterra el colegio empieza antes”, destaca. Respecto al alquiler vacacional, cree que lo principal es que todas se registren, que reúnan unas mínimas condiciones de calidad y que el crecimiento sea sostenible. Ha oído casos de trabajadores de temporada que han tenido problemas para encontrar vivienda o que no han venido por la imposibilidad de alquilar.

El presidente de la Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento (ABONE), Jesús Sánchez, está en contra de limitar la entrada de turistas. “Una industria que funciona seis meses al año evidentemente tiene que sufrir picos de intensidad”. Considera “un marrón” la regulación del alquiler vacacional. Finalmente cree “un despropósito” decir que falta agua cuando el sistema hídrico es tan poco eficiente, y que hay que conseguir que haya trabajo en el turismo nueve o diez meses.

Antoni Mas, presidente de la Federació de Petita i Mitjana Empresa de Mallorca (PIMEM), cree que sí puede hablarse de masificación “en algunos días concretos en algunas calles del centro de Palma”. “Me acuerdo de la canción El turista 1.999.999 y pienso que ahora llegan más de 15 millones, y tenemos que reflexionar y buscar un sustituto al modelo que no se base en la masificación. Hay que saber conservar y repartir bien lo que tenemos”, considera. Respecto al alquiler vacacional, dice que “no es un cheque en blanco” y considera que es necesario repartir a los cruceristas por toda la isla y duda de su poder adquisitivo: “El generalizado el comentario de que este verano han triunfado las tiendas de helados de un euro. Se pasean sin consumir”, concluye.